miércoles, 18 de noviembre de 2009

A fi que lees ésto...

Esto es para tí, que dispones tus ojos ante estos signos y los recorres con curiosidad y con intención malevaje de destronar cada idea, de encontrar las causas y los azares de una vida llenas de tones sin sones, de refugiar los miedos más cruentos que han roto tus sentimientos, empezando por los del cerebro y terminando con los del corazón,  de comenzar nuevamente de cero en un estado emocional bajo, muy bajo, de bajo perfil y de canto a una realidad poco confortable, de romper la huella del pasado elevándola del suelo y dejándola caer, de no tener más futuro que la negación y fotografías rotas de celebraciones esporádicas y viajes conclusos, de deudas perennes y manchas de óxido por lo viejo de las cosas, de palabras nuevas en ambientes gastados... a tí que me lees, te pido perdón por haber hecho lo que hice.

miércoles, 14 de octubre de 2009

ES SÓLO ROCK AND ROLL...

Rogelio vivía un sueño constante. Se levantaba todas la mañanas del lado izquierdo de su cama y siempre lo despertaba el Himno Nacional y la gastada sensación de su boca reseca, pero esa mañana se había encontrado en una posición diferente y los primeros rayos de día lo descubrieron en su mesa, sentado, hojeando un libro y mirando un álbum con fotografías. Observó fotografías de "no hace mucho tiempo" , en donde aparecía en un concierto de The Cure ataviado con el atuendo clásico, lipstick rojo corrido, sombras y pintura sobre su cara chorreada de sudor y una cerveza en su mano. Pensaba en qué tan lejos estaba de eso ahora...
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Sonia preparaba los almuerzos de sus dos niñas y ponía unos característicos snacks en sus mochilas mientras su marido sacaba la RCV de la cochera. Apresurándolas, como todas las mañanas, Liza, las más pequeña, le señalaba que en MTV anoche habían pasado un video del grupo que le fascinaba a su mamá y que era el de la canción de "Hey...Hey..Hey... yes I Like it a lot...." que le cantaba cuando estaban contentas...Sonia pensó que esa canción era fabulosa y que lo era más estar en ello"unos cuantos años después"... Ella sonrió y pensó en qué tan lejos estaba de eso ahora
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Esteban no llegaba a los cuarenta y tenía un hijo de diecisiete, quien heredó su habilidad musical. Unos años antes, Estebancito (o Junior) se interesó por tocar la guitarra y ni tardo ni perezoso le enseñó la Teoria de las Pentatóniocas y algunas armonías jazzeras y bluseras. Le enseñó a usar el distor, pero sobre todo el Delay, como The Edge... mira, Junior.... tarataratá..taa..ta..t... ¿Escuchas? esa es Where the streets have no name... y cuando tenía tu edad fui a ver al Cine Diana Rattle and Hum de U2... eso marcó mi vida... Obviamente pensó que las diferencias musicales eran cíclicas y recordó las peleas con su padre quien siempre decía que The Cure y U2 eran una bola de fascinerosos, lo mismo que pensaba de los grupos que Junior escuchaba... El sonrió y pensó en qué tan lejos estaba eso de ahora
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Feliciano vendía tomates en el mercado de Revolución junto con su mamá. Un día, te voy a comprar el puesto de huevo que pronto, muy pronto va a dejar Doña Cornelia pa que lo manejes mijo.... No, mamá... lo mío es el rock... voy a ser famosos y te voy a comprar una casota en Cuernavaca con estos acordes y estas rolitas.....Poca gente se acuerda de Feliciano. Llego a ser un buen guitarrista en los años en que el Rock en Español surguía con fuerza a prinicipios de los noventas. Con su banda "Pistolas Calientes" tuvo dos que tres éxitos en la radio local y tenían su grupo de seguidores. Se enamoró de Carmela, la hija de Don Manuel el de las carnes frías... ¿Cuál es el colmo del guitarrista de las "Pistolas Calientes"? Que sea novio de la hija del de las carnes frías...jajajajja. Unos cuantos años más tarde, Carmela le daba una niña morenita, morenita y dejó la guitarra para cargar cajas, aprender el negocio de los Ultramarinos y esperar la herencia y dar el braguetazo. De vez en cuando, le pone canciones de rock a Carmencita y ella baila y toca su guitarra, ahora le está enseñando Puente de Cerati. Su mamá es la Reina del Tomate
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Entraba la sustancia al cuerpo por la Arteria Radial y sus pupilas se dilataron. Recordó el último concierto que tocó. El último acorde retumbó en el auditorio y en su mente. Después fueron días de desperdicio. De desgaste y de desbaste. Ahora, su respiración se detenía mientras se recostaba a lo ancho de la cama. Un temblor le indicaba que el viaje de nuevo había iniciado. Pudo ver el color del Do. La temática aflorada de Ré. Lo impasible y cálido del Mi. Lo engreído del Fa. El toque esperanzador de Sol. Lo básico y central de La. Lo indefinido del Si. Lo exótico e impredescible de los sostenidos y bemoles. Lo oscuro del agujero profundo en el que iba cayendo. Pensó en La Divina Comedia... Dejad toda esperanza al que entre por esta puerta... Un cenote! como los de Yucatán... se vio flotando como siempre, pero luego caía al vacío y mientras lo hacía un sólo de Van Halen sonaba como un alarido. Murió observando las figuras de polvo en el techo.
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La última noche compuso La Oda a las canciones estériles. Cuando la terminó regresó a la cama y se acurrucó a ese cuerpo tan conocido. Mientras lo abrazaba descubrió que dejaría nuevamente todo por estar con ella, pero había algo que no dejaba de rondar por su vida y era esa necesidad de expresar con música su entorno. Canciones estériles que jamás nadie iba a escuchar pero era le resultado de esa andar y nadar sobre aguas turbulentas y tibias. Mientras pensaba en ello, Ella volteaba para ponerse de frente y todo se olvidaba.... en esa noche, Ella concibió a la pequeña Paty (com Paty Smith). Años después, le decía: El día que escribí La Oda a las canciones estériles, se embarazó tu mamá de tí... Qué locochón....

Eso es Rock and Roll

jueves, 8 de octubre de 2009

Inventario de señales constantes.

Una simple tonalidad del cielo en el amanecer.
Un escalofrío de emoción, de terror, de fiebre.
Una fotografía en blanco y negro de un lugar con el mar de fondo.
Un largo historial no tanto delictivo, pero sí incriminador.
Una alta obsesión por la ortografía.
Una culpa aplacada con cinco figuras difusas.
Un mismo sentimiento que no sucede igual que siempre.
Una palabra tremenda escrita en el Libro de la Verdad.
Una tendencia a la dirección onírica, a hacer lo que el sueño dicte.
Una sonrisa de media sandía.
Un rasgo en los ojos inconfundible.
Una esperanza en mil momentos.
Una taza junto a la lista de retos por realizar.
Una cruz en la de retos realizados.
Un sonido que está permanente y que no establece su origen.
Un dolor característico entre las sienes y la frente.
Un pensamiento cuando se apaga la luz.
Un camino junto al camino que trazan las palabras.
Un guión sin un argumento definido.
Una curvatura prominente en el vientre bajo.
Una necesidad de crecer, de expander, de arrobar.
Un triángulo dentro de un círculo.
Una estigma borrándose cada día que pasa.
Unas horas que ultimamente se convierten en altas de la noche.
Un espasmo en el pecho.
Un remedio heredado.
Un miedo al fracaso.
Un oráculo ebrio de soberbia.
Un sudoku.
Un homerun con casa llena.
Un gol de un tiro de media distancia.
Una casa prestada.
Un cúmulo de pérdidas.
Un pasado que cada día es perdonado, pero no justificado.
Un deseo.
Un alguien.
Un quizá.

martes, 6 de octubre de 2009

Mesalina.



Secretamente, cuando Claudio la poseía, pensaba en la noche que más de 200 hombres intimaron con ella, cuando retó a la hetaira más famosa de Roma, Escila, y eso la excitaba. Mesalina era bella y calculadora, dueña de un porte temerario y una mente perspicaz. Manipulaba a su marido en las decisiones de Estado cuando éste llegó al poder cuando Calígula fue asesinado en un complot.
La pasión de Mesalina fue algo que nunca controló. La historia la encontró a sus 12 años enamorada de Cayo Apio. Una noche, en una de las celebraciones a Júpiter, ella danzaba descalza con una túnica reveladora y atrevida. Cayo Apio la veía embelesado, aunque en el fondo, él no pensaba más allá que desatar la furia interior. Enmascarado, bailó junto con ella y la fue separando del grupo, llevándola a lo más lejano de los jardines. La luna iluminaba dramáticamente la escena, cuando los dedos de Apio tocaron su sexo. Una explosión de sensaciones en todo su cuerpo: húmedas y entrecortadas oleadas de placer le despertaron un mundo desconocido. Mesalina se descubrió desprotegida ante la situación cuando los labios y la lengua de aquel hombre rondaban por la mayor parte de su cuerpo, ahora desnudo. Fue tanta la fuerza de ese encuentro que, años después, recordaba el momento con gran avidez y no lo pensó dos veces; Claudio, ajeno a aquellos pensamientos, cumplía el deseo de su bella esposa al traer de regreso a Roma a Apio de aquellas tierras extranjeras para tenerlo cerca.
Una noche, después de entrevistarse con Claudio, Apio fue abordado por Mesalina afuera del palacio.
-Te casarás con mi madre
-Eso nunca…
-Te quiero para mí. Eres mío desde siempre…
-No lo haré…
Mesalina golpeaba con furia la cara de Cayo Apio.
-Harás lo que yo digo o morirás.
-Posiblemente lo haga, pero no tendrás nada de mí.
Mesalina no habló. Entrada la noche salía nuevamente del palacio para convertirse en Lycisca, la mujer perra, en un burdel de Subura. En cada hombre que la penetraba, trataba de descubrir algo. Quizá descubrirse ella misma, pero no lo lograba. Eso la afectaba demasiado y lloraba angustiosamente. Cuando llegaba a casa, Claudio dormía ajeno a ese dolor y eso también le excitaba. Despertaba a su esposo para tratar de descubrirse en él y se fundía en un acto que pasaba de mecánico a punitivo.
Una noche, cuando Claudio atendía menesteres fuera de Roma, decidió poner fin a su indefinición con respecto a su matrimonio. Cometió bigamia al casarse con Cayo Slio y así derrocar a su aún esposo. Esa acción le costó la vida. Fue condenada a cometer suicidio, pero al no poder hacerlo, fue decapitada por un centurión. Momentos antes, pensó en lo que Escila le gritó: “Infeliz, tienes las entrañas de acero”. Mientras el primer golpe de espada cortaba gran parte de su cuello, sintió nuevamente la explosión de emociones en cada centímetro de su piel. Su vida se desvaneció en su último orgasmo.

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Un refrito que publiqué en el Desperdicio.... hace unos meses.
Preparando motores... run run
Saludos

lunes, 28 de septiembre de 2009

Pañuelo Palestino (El mundo es uno...)

Las últimas palabras fueron las primeras, las
únicas que debieron aparecer antes de comenzar todo como pasó.
Y es que las apariencias engañan y los adioses no son definitivos sobre todo cuando se hablaron de lunas y estrellas de invierno fríos, disparos y soledad.

Sobre todo cuando, después de todo, hubo un interés posterior en saber cómo pasaban los días desde mi óptica y cómo sucedían los acontecimientos desde tu trinchera:

los jueves de cena corta y largas miradas, las cortinas negras, el noticiario con faltas de ortografía y de razonamiento.

Las luchas diarias para que el mundo no nos erizara la piel más de lo normal.

Pero el tiempo siempre gana y nos tiramos al suelo para que alguien nos levante, como estrategia de ventas, o nos rechace. Dejamos que lo más obvio disuelva lo irracional y por eso modificamos los sentimientos, partimos la conducta, nos olvidamos de sentir y el olvido llega donde habita, donde se desarrolla.

Y por causas y azares, por debates de argumentos, por una confabulación incendiaria sucede por un momento la perpendicularidad momentánea de nuestras vidas, en el lugar y en la situación menos esperada y favorable: una fiesta a la que no debía asistir y tú serena sentada a un extremo del local, invitada por una persona que originó el encuentro mútuo.

La mirada obligada. El escutrinio familiar de tu mirada. Tu mirada queriendo evadir, pero recordar. Las canciones, las promesas, el manejo de los rabillos del ojo. El día de la cosecha, la Navidad...

El mundo es un pañuelo palestino. El final es siempre igual.

jueves, 24 de septiembre de 2009

De cierto, desierto digo.

No. El desierto es el ecosistema más rígido y extremo que existe. El calor amolda los cuerpos, los enjuta y agolpa sus sentidos en un letargo vaporoso. El sudor corriendo por la espalda. La resequedad de la boca y la transpiración excesiva. El asiento del auto hirviendo. Los golpes helados del clima cuando entras al centro comercial y la garganta y la nariz se convierte de cartón y duele cuando el oxígeno refresca las membranas. Los ojos lapidarios.




A lo lejos el mar.




Por carretera, el paisaje arenoso es moteado de verde por alguna vegetación que no se resigna a perecer ante el sol y la falta de agua. Lo cerros resecos revelan sus formas rocosas, milenarias y constantes ante los ciento ochenta grados de tu visión que se achica por el viento que te pega en la cara y una lagrimita humedece la mejilla izquierda. El termómetro en el carro marca cuarenta y dos centígrados. Road House Blues contrasta con Esclavo y Amo en el random del cd player. Algunas veces, a lo largo de la ruta que divide una población de otra y de otra más que está pegada a la única estación de trenes de la región, ese aparato de alguna forma enigmática predice el inicio y el final de las horas; indica lo que pasó y la solución a muchos problemas laborales y personales; hace que no olvides el resto del tiempo que permanece ocioso mientras el auto acelera y frena, cambias luces y refleja los tonos agridulces del atardecer.


Cada vez más cerca el mar.


El desierto podría morir donde inicia el mar.

En un punto del mundo, ambos se complementan.

Se detiene el tiempo.

Los últimos rayos del sol se esfuman como la espuma del mar en mis
pies...

De cierto, Desierto digo... Estaba yo ahí.



sábado, 12 de septiembre de 2009

Ultima posición.

Cuando no era más grande de lo que ahora soy, me descubrí en una competencia de natación en un club deportivo. Mi cuerpo rollizo era de lo más torpe, aunado a la fatalidad de ser el niño querido de mamá y al asma eterna que no me deja ni me dejará. Estaba con mi Speedo azul en el trampolín de salida. Realmente había demasiados competidores que nadaban como el pez espada lo hace. Al momento que el señor de sombrero disparó la salva, pude ver que todos salían con gran agilidad y velocidad. De inmediato cerré los ojos y me lancé a la alberca con la panza por delante. Sentí un ardor tremendo que sólo se desvaneció cuando empecé a mover mis brazos y mis piernas descompasadamente... Los chicos llegaron rápido al otro extremo de la alberca. Uno de ellos, en el carril de la extrema derecha, sufrió de calambres y desistió a media competencia. Llegué a la meta con grandes trabajos. De alguna forma me sentí bien al no llegar en última posición. El competidor lloraba desalentado. De alguna forma esa fue una victoria en un cuadro de derrota. Mi hermana mencionó que había llegado en penúltimo lugar... "No, carnala. Llegué en quinto...." y al decir eso me sentía bien... Los últimos serán los primeros...


Estos días han sido de última posición. He tenido el peor de los estados mentales y he tenido que lidiar con eso. He recordado las palabras que me han signado el alma y he rechazado ser la consecuencia de lo que son mis propios miedos, que principalmente se reducen a esta frase I don´t want to be a person with "L" in his forehead.

Aunque el adagio diga que seremos de lo primero lo último.
Aunque las palabras y el dinero se desgasten en conexiones estériles.
Aunque la pintura del baño necesite cambiarse.
Aunque no haya ganas de salir al sol.
Aunque no haya ganas de bañarse en el mar.
Aunque no haya medias tintas ni sombras completas.
Aunque los ojos no sientan, ni la piel recuerde.
Aunque los meses pasen y las fechas de largo sigan.
Aunque las promesas se rompan.
Aunque el motivo no sea suficiente.
Aunque las firmas no valgan.
Aunque el mundo se caiga a pedazos...
Siempre habrá una última posición donde refugiarse después de que no hay mas nada y el color oscuro llene lo soleado del día. Más allá, nada.

sábado, 22 de agosto de 2009

SEQUIA

Como sucede en el norte de México, la sequía agota la tierra. La resquebraja, pero sobre todo quema la esperanza.

Puedo decir que una nube pasó y mojó la tierra seca de mis ansias de escribir.

Pronto, la presa rebasará sus límites y desbordará palabras de a poco, de a mucho, de a mil por hora....


Pronto.


Saludos...

miércoles, 1 de julio de 2009

Un comercial...

Comparto el siguiente video con ustedes.

sábado, 13 de junio de 2009

Reencuentro.

Nada era diferente, pero a la vez no. Podías escuchar el mí bemol desafinado apretando las teclas decoloradas del piano que al pasar de los años se tornaron de albas a hueso. Ya no lo tocabas. Aún recuerdo tus manos pequeñas y gordas abiertas abarcando media octava sobre las teclas negras.

-Este es un fa sostenido. Oye… suena como Urano.
- ¿Mayor o menor?
- ¿Urano?

Tu sentido del humor te hizo una niña especial e inolvidable. Aún, cuando te hicieron la ortodoncia eras simpatiquísima. Andrea, tu abuela, decía que era genial que alguien te pusiera el freno aunque fuera en la boca. Y es que cómo olvidar el susto de tu primer choque a los catorce contra las jardineras del Parque México. La quema de corpiños porque no te dejaron hacer la pijama party en la casa. Tu perro, primero color rosa y luego morado. El día que repartiste la despensa del mes a los niños pobres de la colonia. Siempre fuiste muy aventada y atrabancada, pero de alguna forma también demasiado racional. De pronto, en instantes, tocabas al cielo con tus pensamientos, con tus ideas brillantes y luego guardabas silencio. Sí tu cerebro hubiera tenido engranes, se hubiera escuchado la maquinaria andando, como la que hacía tortillas.

¿Cuándo fue que dejaste todo atrás? ¿Cuándo fue el cambio?

Mirabas largas horas las grietas en las paredes de la sala de estar y decías que sentías miedo, pero no expresabas nada. Estática la sensación que te iba carcomiendo por dentro hasta evitar la luz del sol. Terrible malestar de mareo estando en tierra firme, pero soñando con el mar y la arena metiéndose en tu traje de baño: esa era la única opción de sol que soportabas en el imaginario. Un barco en el oasis de un desierto. La sábana de seda blanca que cubría tus noches de risas y dulces y cuentos de Quiroga. Cuentos de espanto y de lo sobrenatural.

¿Cuándo dejaste de creer en la asepsia de las cosas? ¿En el fundamento del alma?

Quizá cuando descubriste la verdad de la verdad, el origen del movimiento de los tranvías que eran impulsados por corriente eléctrica, el mismo tranvía que pasó cerca de ti cuando escapaste por una ventana y la luz distorsionada te cegaba y te aturdía como el Poema Electrónico de Varese o como el Zeitmasse de Stockhausen o como los gritos de lamento que escuchabas en The Wall de Pink Floyd el día que moriste.

¿Cuánto tiempo ha pasado?

Después de todo, los días 13 de junio siguen siendo especiales. Siempre marcan la mitad de algo. De repente a medio día regreso a esta casa, herencia de nuestros padres y sucede lo mismo: me siento en la sala junto al piano, miro el paisaje parisiense que pintó Andrea, miro tu foto sobre la chimenea, respiro profundo y el sol se esconde por unos segundos. El sonido es característico y tu aroma llena toda la habitación. Todo se detiene.

-Hola Nena…
-Este es un fa sostenido…

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Mi último cuento en Desperdicio de Letras.
Te invito a que pases a embarrarte un poquito.
Bendiciones.
L.Mario

viernes, 12 de junio de 2009

Radio Futura

“ … un legado de su obra enigmática. La magia del artífice tiene su máximo secreto descubierto después de 145 años. Y es que todo tenía relación desde su Universo. Él veía con los ojos del alma, aquellos que ven más allá de las causas y las consecuencias, rompiendo el paradigma de la física, como un profeta moderno: El Mesías de la Lengua. La revelación, amigo radioescucha, es algo parecido a lo que Augusto Comte diseñó con su Doctrina Positivista. La revelación se dio de forma natural: ni el reinado de la Gran Paz, ni la Tercer Guerra, ni las secuelas radioactivas mortorias fueron tan ampliamente descritas. Matemáticos, a finalizar el siglo pasado, descubrieron la relación: La serie de Fibonacci y el número áureo fueron la primera señal. Nuestro Mesías en el cono sur americano y en Europa lo explicaba veladamente en sus relatos. Su genialidad trasciende…

El origen de todo esto es la ciudad de Cincinatti, en 1976, cuando Nuestro Mesías fue condecorado por ser uno de los más importantes escritores de su tiempo. En el salón de homenajes, colgaba una phi que servía como distintivo. Todo tenía relación. En esa noche sus ojos veían al infinito y comentó sobre la realidad del Aleph. “ El amor y la verdad se concentra en sólo un punto. Y quien lo observa comparte los ojos con Dios que es la única verdad. Dios de las Matemáticas y del mundo. El inicio y el fin descritos en la palma de sus manos…” De pronto, hubo un apagón y la phi caía hacia la mesa de honor llena de tribulaciones. El mensaje estaba dicho. El don de lenguas manifestado, hermano borgiano.

145 años después, La Iglesia Borgiana del Aleph se erige como la piedra angular de este mundo. Y de los otros también...”

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Mis tres asiduos lectores:
Pongo a su consideración mi último texto de Metatextos, cuyo ejercicio esta quincena consistió en crear una religión. Inevitable la referencia hacia la Universalidad, Magnificencia y Belleza de Jorge Luis Borges. Un genio: el escritor más completo, complejo e increíble sobre la faz de esta tierra.

Este cuento va dedicado a él.
Y a tí que de ves en cuando te veo por acá.
Muchas gracias.
L. Mario

jueves, 11 de junio de 2009

Las luchas internas

En las luchas internas que hay en mi ser algún día El Cavernario Galindo recuperará el sitio que perdió con El Santo. Ojalá y no sea pronto...

lunes, 8 de junio de 2009

Friday's Karaoke Night, All right!: Quinta reunión Blogger.

La instrucción fue clara desde un principio. La última reunión fue todo un éxito y aún muchas cosas se habían quedado en el caldero. El pretexto más próximo fue en el cumple de nuestra sempiterna amiga Victoria en la Trattoria y allí fue cuando se armó la machaca...



- ¿El 5 de junio?

- Simón. Aprovechamos que Mariana andará por estas tierras de Juan Ga. y la agasajamos... (Kanelo, pido mano).

-Orale puex... en el Limoneros?

- Está bien...


Cosas más, cosas menos. Cambio de planes demasiado circunstancial, pero adecuado. La nueva cita : en Milena's Place: La Goma! el 5 de junio. Noche. Drinks, beer, Club Soda, Sushi y Frijoles charros, cortesía de la mamá de nuestro amigo Caballero: manjar que nos fue convidado, a pesar de que era cumpleaños de esa Santa Mujer (Muchas Felicidades!).


La lista de asistencia fue la siguiente:

Milena y su esposo (anfitriones)

Kanelo

Caballero

Bere

Bombón

Circe

Victoria

L.Mario


Una amalgama de corazones jovenes adultos rememorando tiempos de al menos veinte años atrás. La promesa fue cumplida: Kanelo Karaoke se armaba en la sala de T.V., pero antes una plática amena en la sala de la casa. La iluminación de ese espacio te invitaba a la relajación total. Milena preparó un queso philadelphia con jalea agridulce BUENISISISISIMO (todos dimos cuenta de él) y la platica fluyó tremenda e incontenible. Puede definirse que en la reunión había dos clases de bloggers: los de la vieja guardia (Milena, Circe, Caballero, Bere, Bombón, Kanelo) y medio nuevones (Victoria y yo). Jajajaja... analizándolo mejor, fue una reunión de bloggers de vieja guardia más dos colados. Los viejos blogeros recordaron las primeras reuniones a las que asistieron y cómo pasaron de ser ejercicios altamente ¿culturales? a reuniones con fines meramente sociales. En este sentido, Circe comentó que este primer movimiento derivó en cosas muchos más sexosas y nos platicó su experiencia demasiado cercana al mundo Swinger en Juárez ( Tengo miedo...!). Milena comentó demasiado sorprendida el alto contenido de anuncios de sexoservicios que aparecen en el PM. La verdad, todos los varones asistentes pudimos haber opinado, pero decidimos poner cara de tontos y velar comentarios esporádicos (¿de verás? ¿en serio? Pues, un amigo me ha contado....). Hubo un anuncio que nos llamó la atención : "ESTRÉNAME POR ATRÁS..." jajajajaja. Qué bochorno... hasta dónde se ha llegado... entre swingers y debutantes nos veas jajajajaja. Inevitablemente Mariana apareció al calce... su anécdota del obrero que sufrió un COMA ANAL estuvo tremenda. Milena comentó algo sobre una joven mujer que no era muy agraciada en buen carácter ni en el físico quien preguntó si alguien sabía sobre unas clases de Yoga porque tenía LA VAGINA CAIDA...jajajaja. En serio, ahorita que recuerdo todo esto que escribo me ando riendo como loco. (Está bien, no le echo la culpa a la reunión, pues). Kanelo, su servidor y el esposo de Milena platicamos de la Ciudad de México y todos lo enigmático que es...


- Sí, Kanelo... soy chilango y Victoria también.

- Bueno, chilango, chilango no... vivo en Viveros de la Loma... Tlanepantla, EdoMex

-Ja... Yo viví en Jardines de Satélite.. Naucalpan, EdoMex

- Por cierto, ¿en cuál Colonia vivió Victoria?

- Chilangos somos y en el camino andamos..

-¿ Te regresarías?

- Nel... Nimaís. De puras Vacaciones nomás.

- Semana santa. Ciudad sola y vacía: recorres de norte a sur el periférico en 25 min. Demasiado bueno para ser verdad...


- Si lo pudieras recorrer de esa forma, no seria el Defectuoso


- Buen punto...




Bombón llevó rollos de Sushi. Se sirvieron platillos en proporciones abundantes y vasos con frijoles charros.















Quienes se retiraron demasiado temprano fueron Caballero y Bere. Inmediatamente nos pasamos a la sala de t.v. para cantar en el Karaoke. De ahí en adelante, la noche se tornó nostálgica, divertida y llena de fraternidad blogeril.




La lista de canciones fue más o menos así:






El Final - Rostros Ocultos by Kanelo

Espacio Sideral- Jesse & Joy by Victoria

Intocable- Aleks Sintek by L. Mario

Aire - Mecano by Victoria y L. Mario (como nadie se supo esa rolotota, no la aventamos de duo)

Inocente pobre amiga- Lupita Dalessio by Bombón (este fue el momento revelación de la noche ya que Bombón poseé una voz extraordinaria llena de matices y luminosidades propias de una artista consa..... ya ya ya ya le bajo, pues)

Cómo te va, mi amor- Pandora By Milena, Victoria, Circe y Bombón

Palabra de Honor - Luis Miguel by Kanelo (todos hicimos coros)

Persiana Americana - Soda Stereo by Kanelo (todos hicimos coros)

Tu dama de hierro- Marisela by Milena (auch....)

La puera de Alcalá- reprise- Víctor Manuel y Ana Belém by Victoria y Kanelo (esta versión superó la que interpretaron con anterioridad, muy bien amigos mios)

Take on me- A-Há by Kanelo. (Aquí hubo una coreografía tremenda por parte de Milena y Victoria, tipo Flasdance)

The Reflex- Duran Duran by Victoria, Kanelo, Milena y L. Mario













Mercy Mercy Me.- Marvin Gaye by L. Mario



En ese momento se retiraron Circe y Bombón y nos quedamos Milena, Victoria, Kanelo y su servidor L. Mario. Continuamos cantando hasta las CUATRO DE LA MAÑANA un cúmulo de canciones ochenteras:


More than this- RoxyMusic by L. Mario

Don't stop believe it- Journey by Kanelo

Come undone- Duran Duran by Milena

Wonderwall- Oasis by Kanelo, Victoria y Milena

Champagne Supernova- Oasis by Milena y L. Mario

Wicked Games- Chris Isaac by L. Mario y Kanelo

Karma Kamaleon- Culture Club by L. Mario y Milena

With or without you-U2 by L. Mario y Kanelo

Ironic - Alanis Morrisette by Victoria y Milena
True - Spandau Ballet by Milena

Luces de Nueva York- La Sonora Santanera by L. Mario

El cucu- La sonora dinamita by Victoria y Kanelo

Contrabando y traición - Los tigres del norte by Milena, Victoria, Kanelo y L, Mario

La chica de Humo- Emmanuel by Kanelo (coros por Milena y Victoria)

Al final - Emmanuel by TODOS




Con esta canción cerramos la reunión. En esta ocasión la enseñanza fue igual de precisa que las veces anteriores: somos un grupo bloggers con muchas ideas, anhelos de cambio, sueños, locuras e intensidades. Dios nos crea y nosotros nos juntamos... un agradable sabor de boca casi, casi al amanecer de un sábado lleno de trabajo, asignaturas, calor y futbol. La promesa está latente: habrá una sexta parte. Se acerca el cumple de Milena... quizá allí se planeé la siguiente.




Muchas gracias a todos por asistir. Los que no fueron, los esperamos en la siguiente. Esto crece. Crece y se expande.









jueves, 4 de junio de 2009

Cazadora de patos (Open season)

Ella, bajo el sol del atardecer, mientras la gente caminaba alrededor del lago y el viento soplaba en múltiples direcciones, cuando eran necesarias las presiciones exactas para no perderse en ese parque-pulmón-refugio en el medio de la ciudad (el ombligo de la ciudad) y era necesario el escape, el acto de magia, la ilusión óptica del ganso que se acercaba hacia nosotros decidido drásticamente a reclamar la invasión a su hábitat y la carrera obligada, la caida del sol y la ilumianación artificial en uno, dos, tres bancas de parques distintos, tomó la escopeta cuando del agua voló un pato (el más lento y bofo) y disparó certeramente destrozando el sistema nervioso del animal precipitándose al vacío y cayendo hasta el fondo.

- Buen tiro...
- La temporada está abierta....

jueves, 28 de mayo de 2009

Precuela


La pantalla se ilumina lento. El blanco y negro sigue provocando asombro al Director.

Esta suma de primeras veces le había enseñado a Rey Pérez que los procesos creativos menos pretenciosos suelen ser los más decorosos.

Lo onírico de los días de este último año le daba las señales a seguir. Una noche decidió escribir el inicio. Durante ocho horas nadó en ese caldo de cultivo.

En medio de esa intoxicación extática, una voz le decía: No puedes culpar al viento de deshacer al diente del león ni de esparcir sus partículas en el aire. De alguna forma, ahí se encontraba el fondo de la historia.

A las 5:59 a.m. de un 13 de junio, el milagro aparecía otra vez.

Rey tuvo la misma sensación: estar viendo en la pantalla un submundo al otro lado del espejo. La sangre se agolpaba en sus sienes.

Rey, siendo el niño gordo de mamá, tomó la cámara Súper 8 y filmó la siesta del abuelo horas antes de fallecer. Estableció una conexión entre la lente y el destino. Ahora lo quería redescubrir.

El inicio: la cuenta regresiva en la pantalla para ver el viaje de la cámara: el planeta, el país, la ciudad, el barrio, la calle, la casa, la ventana, la cama, la cabeza sobre la almohada, el ojo izquierdo, la mente...

Abría el cuaderno y caía una nota:
Estabas en el recuerdo y estás en el presente imperativo de estos días donde el sol lanza alfileres e incendia cenizas.

El sonido del bandoneón y el piano y la letra conocida escrita en el papel lo transportaba a su lado más sensible.

Incendiario puede ser un adjetivo criminal y abyecto- exclamaba

En un momento en que nadie le prestaba atención, lloraba mientras la música de entrada del
filme retumbaba en el foro vacío.

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Mi último ejercicio en Metatextos. Microficciones.
Cuento dedicado a José Luis Zarate.

Saludos y Bendiciones

miércoles, 27 de mayo de 2009

Entre ésto y lo demás.

Estabas ahí y aún me sorprendo de pensar en las veces que has pasado frente a mí
y no te había puesto atención.

Estabas ahí desde niño, desde joven, desde siempre, rondando los puntos fijos, los puntos en las ies, la escencia de las cosas.

Estabas ahí viendo del otro lado del espejo, en el asiento trasero del auto, en los sonidos extraños en medio de la noche, en el canto de las ranas, en el sonido de la lluvia, en la temperatura del rocío.

Estabas sin estar, observando los pasos que daba en mi habitación aquella noche en la que decidí no regresar el tiempo atrás, las hojas de mi cuaderno en blanco tratando de reflejar las intenciones de mis sensaciones. La esencia de mis actos. La fotografía del alma.

Estabas en las letras de miles de canciones, en el primer rayo de luz de la mañana, en el aire fresco y en la gota de agua. Estabas en las paredes y estaba tu imagen recostada en la alfombra. En la magia de las ciudades y sus crónicas, en las tristezas de los aviones, en los últimos instantes, en los momento iniciales, en el nudo y en la interpretación del Aleph, en los ojos de Borges mirando al infinito, en las corcheas y semicorcheas de las partituras de Dave Brubeck, en el mate uruguayo, en el té inglés, en el café árabe, en la guitarra de Jobim.

Estabas ahí y hoy que más te necesito, en la cosa más mínima te presentas como una linterna en la noche y me dejas fuera del temor del devenir de estos días eufóricos. Eres como las antorchas que calientan los campos de cultivo o como las cubetas con gasolina que las ponen en las carreteras para descongelarlas cuando el frío arrecia en invierno.

Estabas en el recuerdo y estás en el presente imperativo de estos días donde el sol lanza alfileres e incendia cenizas.

Entre arrobas y coincidencias.

-No sé, pero no puedes culpar al viento de desmoronar al diente de león y hacer que floten sus particulas en el aire. Digamos que es un acto y no una consecuencia...


- De acuerdo. Digamos que es una coincidencia que la genética nos haya provisto de dos manchas; dos mapas en medio de la espalda. El tuyo en forma de Gabón y el mio en forma de Bostwana. Tuvimos que haber descendido de negros, esclavos, nativos de los nativos de Cuba...


- No... más bien tuvimos que ser amarillos, filipinos con un montón de lunares por todas partes...


- ¿Tú mamá salió a ver algún eclipse?


- Ja... No creo...


- Entonces es lo español de tu sangre...


- Yo creo que lo ruso, por eso de mi adicción al vodka...


- Y a lo francés por tu adicción a la uva..


- Y al queso. ¿Tú sabes que en Francia no comen Huevos con Jamón?


- No... ¿Comen puras omelettes?


- Oui.


- Y nosotros huevitos con frijoles...


- Huevito con camarón, dijo el pescador hastiado de tanto pescado, soñando con un buen corte de carne.


- Asi es... a todos nos pasa igual...tenemos macetas y queremos un bosque. Tenemos un bosque y nos da miedo tanta libertad... eso pasa... tenemos sol y queremos nieve... tenemos ríos y está muy lejos el mar...


-¿Tú que piensas?....


- El mundo está lleno de calaveras e....


- Si... impresiciones...

jueves, 21 de mayo de 2009

Notas encontradas en el escritorio del cuarto de un infectado.

I
Del devenir rudo de los días, de pronto, al stop obligado con mil pendientes y documentos que revisar. El dolor repentino en el pecho, la salivación excesiva, la fiebre intensa, la desarticulación de los músculos, el confinamiento…
II
Las bardas de las casas de los ricos están grafiteadas y lo que antes era un club deportivo ahora son ruinas multicolores: desde la ventana es la fotografía que no cambia y que sólo varía en su iluminación al pasar las horas. Las cosas están estáticas…
III
No sé cuánto tiempo ha pasado. Mi única conexión con el mundo es la idea de vivir La Metamorfosis kafkeana, el televisor, fiel aliado, y el servicio de telefonía ilimitado. Me siento el resultado de la misantropía que nace en mí, sobre todo a la hora de comer cuando Petra me deja la bandeja en la puerta y corría a protegerse…
IV
Conversación telefónica:
-¿Cómo está el mar? ¿Tibio? ¿Menguante?- te pregunté.
- Más azul que de costumbre…- respondiste con tristeza en las últimas vocales.
No estoy a su lado.
V
La noticia no tardó en llegar. La solución radical busca la salud pública como fin inmediato. Lo más triste es que la fecha se aproxima. La fuerza pública catea las casas para asegurarse que el sacrificio sea completo. No quedará rastro de la infección. No voy a exponer a nadie, ni a liberarme del destino.
VI
Hace rato, mi papá entró a la habitación ataviado con un traje especial y una careta de acrílico transparente. Llevaba consigo los papeles notariados. Firmé. Pude ver en su rostro una mezcla de rencor y alivio mientras aplicaba la dosis.
Ahora, me estoy yendo mientras escribo esto: Todo sea por mis hijos y por los hijos de mis hijos…
VII
Cría cerdos y te sacarán los mocos.

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Así quedo el texto.
Saludos

jueves, 14 de mayo de 2009

Notas pegadas en la pared de un cuarto infectado.



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Mi último ejercicio de Metatextos...
Esta es la idea original, pero no es la que se publicará en la página del Taller...
UN saludo

martes, 5 de mayo de 2009

Entre ríos te veas.

El día empieza con el canto del agua batiente a dos frentes, el calor constante y una cama revuelta resultado de una mala noche con el sueño interrumpido. De alguna forma, eso es un regalo que nadie ha pedido y que nadie ha deseado incluso, pero está constante. El sonido va dejando de ser el primer plano mientras los ruidos del mundo uno a uno van apareciendo con sus máquinas y motores, con sus causas y sus azares, con sus cuestiones de producción y rentabilidad.

Se da cuenta que se ha vuelto un ser anacrónico como el color sepia de las fotografías y las mentiras que escriben los diarios. Su piel se va convirtiendo del color del maiz tostado a una sábana de mortaja pálida y sin sombra. El sabor de las cosas sabe a lo mismo. El hombre es un ser de costumbres y desechos. El ser humano es ser así.

Nada rompe esta elipse. Los dos ríos al final son todos en uno. Son los mismos que esconden los miedos y la basura de la ciudad. Son los que dividen un Estado de otro. Son los mismos que separan y conjugan dos realidades completamente distintas, pero complementarias. Ríos de dulce toxicidad, tan compañeros y tan demonios. Tan llenos de historias como de derrotas.


Ríos que reflejan la luz de sol y la sombra de la noche y que van al mar. Se unen y crecen cuando las gotas de lluvia golpean la superficie y se pierden. La sensación de calma vuelve a llegar al caer el sol y lentamente se empieza a escuchar el canto del agua batiente a dos frentes y empieza a refrescar.





viernes, 1 de mayo de 2009

Entre líneas.

Cartas con mala caligrafía que señalan el incio
del principio.
Letras que salen en libros y revistas.
Imágenes en retrospectiva, como retrovisor de automóvil.
Las luz blanca del fondo.
Origen (0,0).
Fuerte referencia matemática, tangencial.
El tiempo juega las horas.
El ladrón duerme sin descanso.
Anuncio de avisos en el diario local.
Frases mal usadas que dan el efecto correcto.
Yo, tú, él pensando en pretérito imperfecto.
La casa era dorada. Ahora tiene una ventana más.
Por un momento me sentí eterno,
pero tuve que regresar.
Amenazas e impactos. Violencia cultural.
Violencia universal y natural.
El sol lanzando alfileres sobre la ciudad.
El sueño se olvida cuando despiertas.
La sensación de que algo se pierde continua.
Firmas, contratos, licencias, permisos.
Figuras de vidrio, de barro, de lladró.
Estúpidas figurillas sobre carpetas de hilo tejidas,
veladoras encendidas.
Una fotografía que realza lo verde de tus ojos azules,
que se vuelven negros en la noche densa.
Violencia intelectual.
Un espejo y un libro de Chejov.
Cortinas vaporosas generando interferencias en la visión.
Él te observa a través de ellas mientras caminas desnuda por tu casa.
Y se encuentra más solo que la luz neón del anunico del hotel
que enciende y apaga generando su característico ruidito.
En tu boca hay una partícula de tabaco y la escupes.
El hecho te ha dejado sabor amargo,
pero es tarde y hace frío.
Enciendes el auto y la música cubre el espacio entra la conciencia
y el lenguaje no verbal:

"Oh God said to Abraham kill me a son.
Abe said man you must be puttin me on.
God said no, Abe said what?
God say you can do what you wanna but
The next time you see me comin you better run
Well Abe said
where do you want this killin done
God said out on highway 61"

Capas de humo. Neblina sobre la carretera
Bajas la velocidad para no tener impresiciones.
Las 3 de la mañana siguen siendo tus 7 de la noche.
Empujas el encendedor y prendes el cigarro.
La ruta es conocida, pero a veces es interminable.
Tantas palabras que debiste decir,
pero ahora el modo ha cambiado.
Impulso fuerte de volver atrás, pero
pisas el acelerador con más fuerza.
Fuerte referencia onírica.
Rompes la calma y sólo hay un espacio
para explorar,
pero tienes miedo.

Oscuro y silencio.


jueves, 23 de abril de 2009

El eclipse de su piel

- Mira.. acuérdate de la vieja leyenda... sí.
-¿Leyenda? ¿cuál?
- Bueno... no es leyenda, es una recomendación de siempre...
- Si, pero ¿cuál?
-A los eclipses no los debes mirar fijamente porque tus ojitos de chino mandarín se van a opacar...
-Ja. Mira... debo informarte que he visto el eclipse más extraordinario del mundo. En el día amaneció dos veces y Jacobo Zabludoski con sus eternos audífonos lo relataba con avidez y agudeza comuicativa. Te juro que me subì a la azotea con los lentes de soldador de Don Ramirito, y ¡Qué fregón se vio!
- Y eso qué....
-Eso, pues...que cualquier eclipse me hace lo que el viento a Juárez...
-Mmmmm no. No lo creo. Este eclipse que has visto y que piensas que yo no te lo he visto mirar requiere de mucha precaución. Debo decirte quién lo ha sentido y lo ha vivido se ha quedado sin palabras...
- El silencio siempre será una virtud.
-Sí, si eres un monje tibetano, pero tú más bien pareces como matachín de Pesqueira.
- Jajajaja. Si. Soy un Mexican Style... pero ¿a qué te refieres?
Ella cruza la pierna y se asoma en su muslo izquierdo un curioso lunar.
- Este es mi eclipse. Este es la única mancha que no he podido borrar y que has visto pensando que no me daría cuenta...
- Sí.. ya sé que no soy el primero que lo ha visto de esa forma, pero ¿qué quieres? Las cosas son así...
- De acuerdo
Ella se levanta y camina por una bebida.
Él la sigue con la mirada, mientras por la parte trasera de su pierna el eclipse se asoma en medio de la morenidad de su piel.

Esa sensación, un impulso animal, minimal, ancestral, lo llevará a descubrirse preso en lo mas visceral de sus emociones. Reirá y al momento de despedirse, sus labios rozarán la comisura derecha de su boca. Ambos se mirarán y todo se detendrá.

Mañana será otro día.

jueves, 16 de abril de 2009

Dziú, toh y el momochtli



Era el tiempo de Chaac, el Señor de la lluvia, y su tristeza por los campos secos del Mayab con sus cosechas demasiado pobres. Era el tiempo de quemar aquellas praderas y esperar que la tierra recuperase sus nutrientes para tener una siembra buena. Era el tiempo en que los pájaros de la región volaron en torno a la tremenda hoguera que se formó en todo el sector para rescatar las semillas de todas las plantas. Era el tiempo en que dziú mostró gran valor para salvar al maíz (tanto fue su arrojo que cambió el color de sus alas a grises y el de sus ojos a rojos por quemarse en el fuego). Al volar dentro del humo, encontró casi a ciegas un puño de maíz. Era tanta su determinación que, al alzar el vuelo, dos porciones cayeron de su pico hacia las brasas. Era tanto el calor que los granos, al caer empezaron a explotar uno a uno, emitiendo un sonido seco y hueco y un aroma particular. Toh, eterno rival de dziú quien llevaba una pequeña semilla de tomate verde, se tiró en picada hacia los cuerpos blancuzcos que ahora eran esos granos reventados. Dziú lo veía atónito, resguardando los últimos granos.


-Ah Mun (Dios del Maiz) y Huehuetéotl (Dios del Fuego) están con nosotros…- decía toh.


Chaac premió a dziú por su valor. A toh le ganó la soberbia y voló lejos.


Una tarde, dziú buscó a toh en su nido. Al fondo, una roseta de maíz llenaba e inundaba con un agradable aroma el espacio. Toh había salvado al maíz reventón.


El momochtli fue descubierto.


Los hombres olvidaron esta leyenda, pero el destino le hizo justicia a toh, la paloma: la venta de palomitas de maíz representa grandes utilidades a las cadenas comerciales de cine.
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Mi última participación en Meta-nfeta-textos.
Léase con una bolsa de microwave popcorn.
Saludos a mis tres lectores, que parecen mil.



DEDICADO A MI HIJA ANA LUISA BADILLO MARQUEZ

Canciones o La magia del Facebook (21 años atrás)



Hace unos días, me contactó por esa famosa red social una amiga que, en serio, hace 20 años no sabía de ella. Inmediatamente escaneó este documento que muestro con las canciones que nos gustaban hace 21 años...
-Te las toco todas en la guitarra, todas me las sé...
-Ay si! Si cuando te conocí no salías del chun-tá-tá
- Si vieras lo que uno aprende en muchos años....
- ¿Sí? ¿Cómo qué...?
- Pues, a hacerse viejo con dignidad..... Qué fresas eramos!
- Eres, papito... eres... Te lo prometo....
Contemporáneos amigos tres lectores, denme su opinión. Acrecenten la lista de canciones. Recordar es volver a vivir.
Saludos.

El inicio...

-Así son las cosas...
- Lo sé y tú más que yo sabes que la ventaja más cercana es que todo va a ser nuevo a partir de ahora.
- Pero...
-A partir de este instante tienes dos minutos para tomar lo más escencial y salir de esta casa antes de que mi chofer te saque a punta de pistola...

Librado vio fuego en sus ojos y a la vez un trazo de hastío y tristeza, que no lo pensó dos veces, tomó una maleta y una caja de cartón y tomó de sus cosas lo más escencial de lo escencial. La medida fue demasiado radical y concluyente.

Al salir, al dejar atrás el quicio de la puerta, al sentir el golpe, al escuchar un llanto, al subir al auto, al avanzar por la calle estrecha, al encender el radio, al voltear la esquina, al pasar el tope, al llegar a la avenida, al sentir el calor de un día de agosto, supo que era el fin , pero era también el principio de emitir señales con más fuerza para no desaparecer, para no morir en ese instante al volante con todas las cosas y todo el cúmulo de colores funestos y cálidos. Manejó hasta darse cuenta que no había a dónde ir.

jueves, 26 de marzo de 2009

Referencia a un cuarto oscuro

Definitivamente el proceso de descubrir que ciertas sustancias químicas reaccionen sobre alguna materia y dar paso a lo que se llama fotografías fue, definitivamente, algo que pasó del conocimiento mágico a una realidad latente y científica.

Aunque los tiempos han cambiado demasiado, algunos fotógrafos prefieren la fotografía tradicional que a la digital. Sobre todo al uso y manejo del cuarto oscuro.

En el cuarto oscuro debe haber una ausencia de luz tal para que no se vea afectado el proceso de revelado de las placas fotográficas. Se debe trabajar a oscuras; y eso lleva a un conocimiento bárbaro del lugar, su lay out y una tremenda intuición para que el resultado sea preciso.

De alguna forma, estos días son de cuarto oscuro.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Línea Recta

I.

Cualquier control, por efectivo que parezca, siempre tiene una debilidad – pensaba Librado que, de alguna forma, el asunto no le parecía novedoso. Una y otra vez realizaba la misma prueba, revisando los movimientos en los papeles contables. La falla no era evidente y resultaba sencillo y poco notorio tomar aquellos fondos, abrir una cuenta bancaria con documentos falsos y disfrutar la tranquilidad que el trabajo nunca pudo otorgarle. Con cincuenta y pico de años en la espalda, sabía que su fin laboral estaba cerca después de más de dos décadas de analizar cuentas. Sabia, además, que ya era el tiempo adecuado: una vida completa dedicada a salvaguardar los activos de la empresa y todo para estar a punto de ser sustituido por alguien más joven (Sangre nueva,Librado. Sangre nueva). Lo había soñado una noche antes: ¿Sabes lo feliz que es la vida gastando unos verdes por el placer de hacerlo? ¿ Sabes lo que es dejar de ser gris?- Verónica preguntaba sentada al piano mientras tocaba el Allegro deciso del Concierto No. 2 de Franz Liszt. Fue una señal. No lo pensó dos veces. Aún no estaba convencido, pero considero el evento como profético

Jamás pudo olvidar la tarde soleada cuando restregó su renuncia en la cara de Jacinto Corcuera: ¡Vete a la mierda! ni el bloqueo del dolor en la espalda provocado por los puntapiés que el guardaespaldas en turno le aplicaba, ya en el exterior de la empresa.

-¡Te vas a arrepentir, pendejo!- gritaba.
- Todos nos hemos de morir algún día. ¡Pega más fuerte, pinche animal!


II.

Los primeros días fueron extraños. La rutina y la costumbre (el primer café amargo de la mañana, el cigarro en el baño, las piernas torneadas de la asistente de Jacinto) eran más fuertes que el descanso obligado. Después, ese letargo le parecía mágico, hasta enigmático. La fuerza de la hueva… lo decía y una sonrisa amarga se dibujaba en su cara. Un día, al levantarse temprano para el jogging, vio un papel pegado en el portón de su casa. “LO SABEMOS TODO, LIBRADO…TE VA A CARGAR LA CHINGADA”. Inmediatamente, observó la soledad de la calle y sintió miedo. Su primer impulso fue hacer maletas y escapar. Pidió un taxi, alistó los documentos y se dirigió al aeropuerto. Alguna vez pensó en huir cuando era joven, pero el sentimiento de pertenencia a su mundo confortable lo impidió. Esta vez sentía lo mismo y hacerlo era cuestión de vida o muerte, pero ¿A dónde escapar? El cono sur le pareció la mejor opción.





III.

La noche en Buenos Aires, la majestuosidad del Teatro Colón, Fallstaf de Verdi, la lluvia y el reflejo de las luces sobre la atmosfera enrarecida le pareció un juego divino. Eran pocos los días que había disfrutado y recordó a Verónica cuando le describía lo maravilloso de Constitución en el subte. Se sentía como pez en el agua. Era tarde cuando, avanzando su automóvil por la General Paz, tuvo una visión. Un presentimiento. Recién llego al departamento, dejó el abrigo y su eterno portafolio en el living y entró al baño. Sentado en la taza, pudo intuir lo que iba a pasar. Sonó el teléfono y no contestó. Se levantó, jaló la palanca, lavó sus manos y fue directo a la recámara. Del cajón sacó el revolver y regresó al living. Las cuatro de la mañana lo descubrieron con su vista puesta en la puerta. Entre el sueño y la vigilia escuchó el giro de la perilla. Levantó el arma y apuntó.



IV.
- ¡Te dije que te iba a cargar la chingada! Ni siquiera sabes a quién le robaste el dinero, imbécil- sentenciaba Jacinto.
- Si. Si lo sé, pero corrí el riesgo. Sí la pistola no se hubiera encasquillado, ten por seguro...
- ¡Cállate! Tienes que pagar el precio. Tienes que decidir cómo quieres que eso pase.

Un silencio. La sangre en la nariz le impedía respirar por completo. El sabor férreo en la boca y una gran decepción hizo que eligiera la manera de terminar con todo.

- Dispara…

Al momento que el tiro de gracia entraba en el medio de su frente, la última luz en sus ojos le recordó la noche que vio el resplandor de la luna llena reflejándose sobre el Mar del Plata, mientras tiraba al agua las cenizas de Verónica lentamente.

Y sonrío.

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Un refrito. Escribí esto para Desperdicio de Letras. Pronto volverá a la circulación.
Así como mi vida y mis ideas un poco oxidadas.
¿Se habrá inventado el lubricante de mentes??

Saludos mis lectores desaparecidos.

Revista Contenido. Febrero 2001

Transcribo una entrevista que le hicieron en el 2001 a mi abuela María del Carmen referente a los años en que trabajó en el famoso "Palacio Negro", mejor conocido como Lecumberri. Dejo la historia...


Yo fui celadora en la penitenciaría de Lecumberri.(México)


COPYRIGHT 2001 Editorial Contenido, S.A. de C.V.
Con todo y que derrocha simpatía, la veracruzana María Zamudio --una septuagenaria madre de 3 hijos, abuela de 7 nietos y bisabuela de 2 bisnietas-- no habla con cualquiera sobre los 9 años que trabajó como celadora en la penitenciaría de Lecumberri, al oriente del DF. En el llamado "palacio negro", donde hoy se guarda el Archivo General de la Nación, los cuidadores tenían peor fama que los presos. Por eso cuando a la mujer le preguntan sobre su pasado dice vagamente que entre 1965 y 1974 se ganó la vida como pudo. Sin embargo, venció sus reticencias y narró a Contenido algunas de sus experiencias de esos años. En 1963 mi esposo, que era oficial de la Armada, acababa de abandonarme dejándome a cargo de nuestros hijos. Ese año vine al DF a pasar Navidad con mis hermanos radicados aquí y ellos me convencieron de que no tenía caso volver a Veracruz. Primero viví en casa de una hermana pero después me independicé: con dinero que me prestaron mis parientes renté un cuarto en San Isidro, cerca de las Lomas de Chapultepec, y por varios meses me mantuve cosiendo ropa para unas señoras del rumbo.


Una mañana en que volvía de hacer compras en el mercado de Tacuba, en el camión hice plática con la viuda de un coronel. Ella trabajaba en Lecumberri y cuando le dije que la costura apenas me dejaba para mantener a mi prole me sugirió que fuera a pedir trabajo en ese lugar, donde no pagaban mal. Así que al día siguiente fui hasta el edificio de la cárcel, conseguí que me recibiera en su oficina el general Martín del Campo --en ese tiempo director del penal-- y él dispuso que me contrataran. Un capitán a quien apodaban "El Guanaco" me llenó la solicitud e imprimió mis huellas digitales en un expediente; después me tomaron una foto para la credencial, me uniformaron... y ya.


Al principio me inquietaron los gritos de "¡alerta!" que cada cuarto de hora daban los vigilantes que estaban en el puesto de entrada, pero eso no fue nada comparado con la impresión que me llevé cuando vi las crujías. En la "A" estaban mujeres y hombres que no habían sido aún clasificados; la "B" Mojaba a delincuentes primerizos; la "E", a rateros reincidentes; la "L", a defraudadores; la "F", a viciosos; la "O", a presos políticos y en la "D", había asesinos peligrosos.


Lo difícil fue habituarse Con los días me acostumbré a la rutina de trabajo: llegaba, me ponía el uniforme, iba a desayunar, me formaba con las demás celadoras y ahí a cada quien nos asignaban una labor. Por varios meses a mí y a otra compañera nos tocó vigilar la entrada de visitas en la puerta 2, donde revisábamos que los familiares de los presos no introdujeran artículos prohibidos. Aquellas revisiones eran repugnantes: encontrar postizos para el busto o toallas femeninas rellenas de marihuana era cosa de todos los días. Cada vez que descubría a una mujer tratando de meter "yerba mala" mi compañera la entregaba a los responsables de la guardia; yo, en cambio, hacía como que no había visto nada. Nunca me gustó regañar a nadie; total, cada uno sabe por qué hace las cosas, ¿no? A veces me ofrecían dinero para que me hiciera de la vista gorda a la hora de las revisiones. Una señora que llevaba una faja llena de pastillas me ofreció 1,000 pesos de aquel entonces si la dejaba meter su "mercancía". La turné con un superior, para no comprar problemas.


En la penitenciaría conocí a personajes importantes de la vida nacional. Entre ellos a un tal Espinosa, que había participado en la campaña presidencial de José López Portillo. Solía aconsejarme: "Jarocha, ésta no es una chamba para ti; mejor busca trabajo en el DDF". Pero yo no era secretaria ni nada, así que ni modo. También me enteré de cómo se cometieron varios de los delitos más sonados de aquel tiempo, como el de la mujer del columnista Carlos Denegri, quien en 1970 había matado a balazos a su marido porque la trataba mal. Se llamaba Linda y fue puesta en libertad pronto, porque intercedió la entonces primera dama, María Esther Zuno de Echeverría, quien también ayudó a la chica que mató de un tiro al hijo del secretario general del Sindicato de Cinematografía, Jorge Baeza; ella aseguraba no acordarse de haber cometido el homicidio.


Pura buena gente


Entre los "huéspedes distinguidos" que conocí en Lecumberri recuerdo especialmente al cantante Rigo Tovar (quien estuvo un tiempo recluido en la crujía "F", por consumo de drogas) y al general Humberto Mariles (medallista de oro en equitación en las Olimpiadas de 1948 y preso en 1964 por asesinar al albañil Jesús Velázquez). Otro personaje memorable era un hombre rubio, alto y bien parecido, a quien los demás reos llamaban "El Remington", encarcelado porque había matado a su mamá golpeándola con una máquina de escribir. Él fue jefe de cocina hasta que una vez, junto con 2 cómplices, planeó escapar tomando como rehén al entonces director del penal, el general Francisco Alcorte Franco, a quien le puso un cuchillo en la garganta para que mandara abrir las puertas del edificio. Alcorte logró zafarse y ayudado por varios custodios sometieron al "Remington" y sus compinches.


También conocí a un colombiano acusado de homicidio y tráfico de drogas, que se la pasó tocando la guitarra y cantando hasta que consiguió que lo defendiera "el hombre del corbatón", un abogado de oficio muy ducho en asuntos de leyes. El alegre delincuente pagó una fianza de 3 millones de pesos, salió libre y nunca más volvió a poner los pies en Lecumberri.


Contra lo que suele pensar la gente, los reclusos del "palacio negro" se bañaban regularmente y usaban uniformes muy limpios. El único sector donde se veían personas tristes y desaseadas era el de siquiatría, donde estaba, entre otros, el célebre criminal Higinio "El Pelón" Sobera de la Flor, que intentaba violar a su madre y su hermana cada vez que iban a visitarlo. Los pobres locos comían en el suelo, como perros, y andaban siempre con las batas destrozadas, porque la ropa nueva que les daban la hacían trizas en seguida. Goyo Cárdenas, "El estrangulador de Tacuba", era el encargado de recibir las prendas. Siempre tuve dudas de si era cierto que no recordaba haber ahorcado a sus víctimas, porque cada vez que yo desanudaba frente a él las bolsas de ropa, hacía restallar las cuerdas y veía cómo se ponía rojo. A mis compañeras que me decían "no seas mala", les respondía: "no es maldad; nomás me intriga saber si se acuerda o no".



Otro criminal famoso fue un muchacho que asesinó a 2 ancianos en Las Lomas y fue a parar a Lecumberri. Los familiares de las víctimas pagaron a unos reclusos para que lo mataran, pero la verdad es que se les pasó la mano: lo violaron, le sacaron los intestinos y murió en la enfermería, después de sufrir durante horas. Encuentros cercanos Un hombre que me impresionó por su dureza fue "El Cambray", quien tenía acumulados más de 100 años de condena y nunca recibió visitas. Era un secreto a voces que se dedicaba a matar por encargo dentro de la cárcel. Entre las mujeres había varias presas acusadas de robar abrigos de armiño en tiendas de México y Estados Unidos, así como una que resultó ser hombre: se trataba de un joven ratero de autos llamado Roberto, que intentó fugarse vestido de mujer, con maquillaje y zapatos de tacón, como si fuera una visitante de salida. Cuando lo descubrí, me dijo "ándele, jefecita, deme una oportunidad". Le contesté: "te la daría con gusto; pero luego luego se te nota que eres varón; ve nomás los cañones de la barba". Llamé al comandante de guardia y lo regresaron a la crujía, donde como castigo lo dejaron 24 horas vestido de mujer. Después, cada vez que pasaba cerca de él murmuraba quién sabe qué tanto. Años más tarde me lo encontré en la glorieta del metro Insurgentes. Me dijo que había cumplido su sentencia y me dio un abrazo, pero igual me puse muy nerviosa, porque muchos presos liberados descargan su odio en los custodios. A una ex celadora que se encuentra con un excarcelado no le queda más remedio que ser amable, desearle suerte y encomendarse a Dios. De vez en cuando me cruzo con algún teporochito que estuvo encerrado, pero esos me echan el brazo encima y me dicen: "jefa, qué gusto verla; usted sí que no ha cambiado nada".


Trabajar en Lecumberri me dejó algo más que el trato con criminales: por ejemplo, pude comprar una de las 30 casas que el presidente Luis Echeverría asignó para las celadoras en la colonia Ejército Constitucionalista, en Iztapalapa.


Después de renunciar a la prisión, el edificio fue convertido en Archivo; en los años siguientes trabajé de albañil, limpié casas y hasta tomé un curso de taquimecanografía que impartían en una academia de mi colonia. Ahora, a mis setenta y tantos años y recuperándome de una trombosis que me tuvo 16 días en el hospital, no me decido a quedarme en mi casa sin hacer nada. Soy como los muros de Lecumberri: difícil de tumbar.
COPYRIGHT 2001 Editorial Contenido, S.A. de C.V.



miércoles, 18 de marzo de 2009

Me quedo aquí, sentado.

Me quedo aquí, sentado. Y no es una opción; es una necesidad:
aquella que sobrepasa el equilibrio de las cosas y más por el cansancio y el hastío
que por el ansia de andar a un lado del camino, tratando de encontrar el acotamiento de la ruta.
La pluma ya no tiñe las hojas blancas de manchas de tinta.
Se ha quedado vacía.
Se ha quedado fuera en un punto como el sol que tarda en amanecer.
Los añiles y la inevitable baja de temperatura te encuentra dándole vueltas
a lo que no tiene ni pies ni cabeza.
La resaca de lo que no has bebido y lo pastoso en tu boca.
El fuego ha hecho que te levantes de esta cama rentada y que observes una vez más
la circunferencia en el centro de la parte más alta de la habitación.
El insomnio llega.
Por un segundo no recuerdas en cuál ciudad estás.
Añoras el calor y la sensación de las mismas sábanas de tu cama, pero estás lejos.
En algún piso, alguna señal, trae a tus oidos esta canción:

"Nobody Home"I've got a little black book with my poems in I've got a bag with a toothbrush and a comb in When I'm a good dog they sometimes throw me a bone in I got elastic bands keeping my shoes on Got those swollen hand blues. Got thirteen channels of shit on the T.V. to choose from I've got electric light And I've got second sight I've got amazing powers of observation And that is how I know When I try to get through On the telephone to you There'll be nobody home I've got the obligatory Hendrix perm And I've got the inevitable pinhole burns All down the front of my favourite satin shirt I've got nicotine stains on my fingers I've got a silver spoon on a chain I've got a grand piano to prop up my mortal remains I've got wild staring eyes I've got a strong urge to fly But I've got nowhere to fly to Ooooh Babe when I pick up the phone There's still nobody home I've got a pair of Gohills boots And I've got fading roots.

La misma sensación...
Sequía de información.
Adios.

jueves, 5 de marzo de 2009

1:58 a.m.

Tomo el hilo de la historia. Pincho el globo y salen las ideas desparramándose como el confeti en día de carnaval: historias multicolores y dominantes. Escribo como nunca antes lo hacia. ¿Serán los años que han pasado? ¿Será que se cumplió el viejo adagio que decía "Tienes que vivir para escribir"?... No lo sé. La historia ahora toma diversos matices. Entiendo lo difícil del trabajo de edición de las películas; de alguna forma es la carretera que toma la trama para transmitir el efecto literario traducido al efecto visual. Me impresionó un ejemplo de ello en Slumdog Millionaire, cuando corren dos escenas paralelas: la de la pregunta final motivo central de la pelicula y el sacrificio del hermano del protagonista de la historia. De alguna forma, esas son gasolinas que impulsan mi motor creativo. Recuerdo hace veinte años que desde la azotea de mi casa se escuchaba claramente un concierto de Soda Stereo. En esos momentos, escribí mi primer cuento : Aquella Tarde .

Corrijo el primer capítulo. Voy lento, nadie espera este trabajo. De hecho, durante mi vida me he acostumbrado a entregar trabajos inmediatamente, atendiendo la prisa y la urgencia. Es raro. Perdí el encanto de pensar que mis escritos, mis canciones, mi banda, mi talento sea masificado. Hubo un momento que ese fue el aceite de mi motor. Ahora, la sensación es igual a la de un refresco que se le ha ido el gas por estar tanto tiempo encerrado.

Hay días en que no puedo hacer contacto con nada. Días que preferiría que pasaran rápido. Días en que prefiero quedarme callado y escuchar mi entrecortada respiración. Son días de asma e imprecisiones. Días que marcan el final del proceso y el inicio de otro. Días que se convierten en madrugadas en vela.

Hace rato escuché un disco de Pedro Infante y Javier Solís. Es el mismo que compré cuando hubo la primera ruptura de mi esquema de vida. ¿Dista mucho esa sensación de ésta? Es hora de salir del fuego y funcionar.


Negrita, te dejo esta canción.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Sólo dos cosas al respecto.

1. Si. Me duele, pero es más dolorosa la suposición.
2. No lo vuelvo a hacer.

Dejo a Fito que hable por mi.
http://www.youtube.com/watch?v=9Cw0b1oeRyU
http://www.youtube.com/watch?v=T4MWcoaDNxE

Yo sé que pudiste conocerme mejor
no sé qué pensaste, fue una extraña decepción
no lo hagas, no lo hagas
cuando me cai me diste todo tu amor
cuando me solté no me tuviste compasión
no lo hagas, no lo hagas.
Esta es una triste canción
sigue dando vueltas el sol
si escuchas esto por ahi
quiero saber de vos
si escuchas esto por ahi...
Yo también dejé mis fotos en un cajón
todos somos presas del asombro y el terror
no lo hagas
baby baila, baby ven
deja el rencor
si no quieres o debes, sólo dimelo
no lo hagas, no lo hagas.
Este es mi jardin, donde vuelan los mares
este es mi jardin, estate aqui no hay dos iguales
entra a mi jardin, cuando entras no sales
entra a mi jardin, esa nena no es un angel
entonces vas a ver...
Este es mi jardin, toma un baño de sales
este es mi jardin, ella es Bibi, él es Pier Paolo
entra a mi jardin, nadie tiene la llave
entra a mi jardin, las parejas son impares
entonces vas y vas a ver.
Esta es una triste canción
sigue dando vueltas el sol
si escuchas esto por ahi
quiero saber de vos
si escuchas esto por ahi.

Algo se detuvo en punto muerto y fue tan grande ese silencio, fue tan grande el desamor restos de un navío que encallaba yo te quise, yo te amaba no se bien lo qué pasó
Cuando los jazmines no perfuman cuando sólo vemos bruma cuando el cuento terminó
Todo nos parece intranscendente no es cuestión de edad o de suerte de esto se trata el amor
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad a toda velocidad ....Veo tus pupilas descubrieno un Chagal en el invierno, creo del ´83 yo estoy a tu lado revolviendo, ordenando libros viejos que leí pero olvidé
Besos de tu madre en el teléfono y la lluvia es un espejo que me ayuda a verte bien oigo tu sonrisa que ilumina el estudio y la cocina entre las copas y el café
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad a toda velocidad ...
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas se acabó lo mejor, quién nos quita esta herida tu me pierdes a mí yo te doy por perdida es la hora de huir, la despedida, la despedida ...
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad a toda velocidad ...


Bendito Fito. No hay más que decir

jueves, 26 de febrero de 2009

Último

El frío en el despacho aumentó en el amanecer. Era invierno y sábado. La mañana me encontró sentado en el escritorio, frente a mi computadora y realizando el trabajo pendiente para dejar todo arreglado en mi ausencia y viajar. Supe que su salud no era óptima, pero jamás creí que fuera tan rápido y sorpresivo su deterioro. El día anterior Berenice marcó y me dio un panorama poco alentador.
-Deja todo y ven. En estos momentos todo puede pasar y le haces falta. Apúrate. Puede que alcances…
-Sí, no te preocupes. Vuelo en cuando pueda.
Entre papeles y el sueño, antes de las siete, sonó el teléfono.
-Librado. Es inútil. Acaban de desconectar los aparatos. No hay remedio…
-¿Está consciente?
-Pidió hablar contigo.
-Acerca la bocina...
Un silencio. Una respiración cortada.
-Quisiera abrir lentamente mis venas, mi sangre toda verterla a tus pies… Sombras nada más, entre tu vida y mi vida…- canté
- Librado, todo fue posible. Me hiciste falta.
-Tú también a mí. Ayer me acordé de muchas cosas…
-Yo también. Te soñé…
-No he podido encontrar boleto para viajar. La Navidad…
- Yo lo sé. Yo lo sé… tengo que decirte algo…
-No hables… escúchame…
-Sé feliz, Librado. Nada es tan importante como ser feliz…
-Lo sé; claro que lo sé…
-Leí lo que publicaste en El Peregrino. Muy triste… demasiado.
- La tristeza es un sentimiento eterno, la felicidad sólo llena los huecos.
- El círculo no es cuadrado… hace rato me desperté y estaba soñando que te decía esto: encuentra al pez, no te pierdas en colocar el cebo…
Un silencio. Una exhalación.
En la bocina se escuchó el llanto de Berenice y el golpe del teléfono en el suelo. En la ventana se veía la nieve que caía de pronto y cerré los ojos.
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Queridos tres lectores menos uno:
Este es mi último relato en Metatextos. El ejercicio Momentos Finales.
Cuando lo escribí tenía en mi mente a Carl Sagan... no sé por qué...
In memoriam de Maclovia, mi abuela.

Bendiciones.

martes, 17 de febrero de 2009

Invitación

Invitando a que se den una vuelta a Desperdicio de letras.
La tarea fue algo sin pies ni cabeza.
De mis manos salió ésto.

Saludos

viernes, 13 de febrero de 2009

Locura Instantánea.

I
Era el tiempo de descubrir. Lo obscuro de la habitación era iluminado por los flashazos y el sonido característico de la Polaroid: el regalo perfecto.
- ¡No la chingues, Humberto! ¡Ando enseñando hasta las anginas!- Cecilia, lentamente, se incorporaba en la cama revuelta.
- Así es, corazón, pero sólo te he tomado con la sábana puesta.
- Ni creas que me vas a tomar una foto encuerada, Humberto. Imagínate sí la llega a ver alguien en tu casa… No se te vaya a ocurrir pegarlas en tu pared.
- ¡Bruja! Me adivinaste el pensamiento…
- ¡No seas pendejo! ¡Dame esa cámara!
- Ceci, considera esto como el inicio de nuestro archivo personal. Claro que no las voy a poner a la vista de todos. Estas se quedan bien adentro… del cajón.
- A ver… a ver, en ese caso deja te tomo una…
- ¡Tómame esta! – gritaba Humberto, mientras se abalanzaba hacia Cecilia.
II
Todo el mundo comentó el eclipse y lo raro de vivir dos amaneceres en un mismo día. Humberto no dejó pasar la oportunidad: tomó las imágenes más extrañas, utilizando la cámara práctica Durante el punto máximo del evento, contempló la inmensidad cuando volteó al cielo, desafiando las recomendaciones públicas. Observó un color diferente en el aro de luz que tapaba al sol e hizo los disparos.
- ¡Estás cabrón!- gritaba Cecilia.

III
Era aún temprano cuando el locutor daba las noticias de un levantamiento armado al sur del país. Humberto, más dormido que despierto tomaba la Polaroid y sacaba la última foto de Cecilia. Un día después, partió sin decir nada. La silueta a contraluz y de fondo la persiana de la ventana que daba a la calle Saltillo, de la Condesa y de repente Fito cantando: La veo cruzar cruzando un bosque; la veo alejándose de mí…

IV
El largo álbum de fotos marcaba una larga tendencia a la locura ordinaria que cambió, se transformó y se hizo más cruda después de 17 años cuando ya el modelo 95 se había descontinuado y el mundo ya era digital.
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Metatextos. Publicado a destiempo. Inspirado en una canción de Fito Páez.
Dos tres. Dos tres.

Muchas gracias.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Veinte minutos

Posiblemente, los últimos veinte minutos de un partido de futbol sean los más intensos. En ese tiempo el rumbo de las cosas puede cambiar, a diferencia de otros deportes de competencia. Su equivalente en el beisbol es la séprima entrada. Los últimos veinte minutos de una clase son pesadísimos y más cuando llevas casí doce horas dando materias. Los últimos veinte minutos de la hora de la comida son letales, sobretodo si el tráfico en la hora pico es insufrible.

Hubo una vez, que en veinte minutos el resto de lo que fue mi vida se decidió. Pasado, ya.

No hace mucho, hubo veinte minutos donde unos ojos se encontraron en la misma dirección y que sin quererlo esos veinte minutos hicieron que la noche se convirtiera en intensidad, que las madrugadas se convirtieran en los testigos de la huida, que los días fueran nada más en pasos y que las cosas dejaran de ser las mismas.

Veinte minutos que se han convertido en horas, días y meses de sensaciones y pensamientos. Veinta minutos que han roto el esquema.

Veinte minutos, en promedio, para escribir lo que siento.

martes, 10 de febrero de 2009

... y todo lo demás constante.



Nunca hubo un siempre
ni lodo que manchara las manos.
Al final quedaba el olvido
para de alguna forma encontrarnos.
Y así se fueron yendo lentamente
las cosas más importantes,
el aire para el alma,
la luz para el espíritu,
la calma para la conciencia,
el reflejo para el destino.
Nunca hubo un siempre
ni nunca un hasta luego.
Sólo la sensación gastada de
la fricción en el tiempo,
que moldea y estira
y conforma algo que a veces dejo de ser,
algo que es extraño y confuso
en forma de alas y balas
que a veces uso para escapar
y en el preciso instante
que elevo el vuelo y del cielo
bajo la vista y observo
la casa, el estudio, los miedos,
la cama, el reloj, los libros
y en el espejo
las canas, las arrugas, los lunares,
la barba, las señas particulares,
todo, todo, todo cambia
... y todo lo demás constante.


Hay un sólo camino,
pero es difícil seguirlo.
Es simple la verdad de las cosas,
pero no es sencillo entenderlo.
Hay algo que nubla la vista en mis ojos
y distorsiona los colores,
duplica la imagen,
oscurece el día.
Es lo que tiene la misma
sensación cuando descubres la
respuesta equivocada
y la correcta pasa en un carro
a alta velocidad,
y te sientes perdido
y avanzas en la ruta
porque el corazón y el sentido
han estado comprometidos
y todo, todo, todo
todo ésto tiene movimiento...
y todo lo demás constante.




Todo, todo, todo
todo ésto tiene movimiento....
y todo lo demás constante.
Nunca hubo invierno,
ni adios sin despedida...
y todo lo demás constante.

domingo, 8 de febrero de 2009

La feria de las convicciones

Una noche, después de que terminé de leer Ficciones, de Borges tenía la firme convicción de dejarme llevar en el caudal de escirbir lo que me viniera en gana. Era invierno y el frío hizo que me agasapara hasta de la última cobija. Además, no hacía mucho había finalizado algo que no concluía del todo ell enfriar la tibieza del lado derecho de mi cama. Un algo de lazos, de horas y promesas en el olvido. Me convencí de no pasar nuevamente por ello. Gran equivocación.



Tenía quince y tenía la fuerte convicción del rock and roll. Hace unas horas platicaba sobre lo diferente que fue mi adolescencia a la del promedio. Una adolescencia con adelantos y profundidades, de libros y de instrumentos musicales. De sueños con notas y de canciones una tras otra. En mi cumpleaños dieciséis prometí una casa en Cuernavaca a mi madre, la que sería ganada con la Fender Stratocaster que me regaló. Tenía la fuerza y la voluntad para eso y más.



A principios de este siglo, mi convicción fue participar en proyectos comunitarios. Estaba covencido que las coberturas, el engranaje social a través de la unión de la sociedad civil cambiaría el pequeño universo de nuestros grandes problemas. Logré grandes cosas que aún permanecen en la ciudad. Es una sensación extraña el haber sido originador anónimo de estos cambios.

He estado convencido de tantas cosas. Puedo hacer una feria con ellas:

1.- Amor es lo que acaba, origina y transforma este mundo.
2.- El azúcar no debe ser sustituida por la sacarina, pero el corazón no lo permite
3.- La nota más enigmática es el ré sostenido.
4.- Tienes que vivirlo para escribirlo, pero debes detenerte a tiempo
5.- El Mustang es el mejor automóvil que uno puede tener
6.- El sexo en la playa no es como en la tele, ni el cine
7.- Cuando termine tu vida, un perro te ayudará a cruzar por el camino final
8.- Un día el amor que tuve no fue suficiente. Es por eso que ya no lo desgasto en pequeñas esferas
9.- Sólamente tres veces estuve convencido de cambiar el rumbo de las cosas y fallé en dos.
10.- Si ellas estuvieran aquí a mi lado, el silencio me dificultaría el explicar el por qué de las cosas
11.- Vinicio Castilla el mejor beisbolista de México
12.- Stockhausen puede definir la sensación cuando reviso el pasado de mi vida
15.- Ahorrar dinero es la fuerza
16.- Moverse siempre es mejor que quedarse quieto
17.- La violencia nos hace cumplir el reto de quedarse inmóvil
18.- Moriré a los cuarenta. El sueño lo reveló...
19.- Las palabras, el sonido, lo más alto en la escala de mi alma
20.- Un no a tiempo pudo cambiar el rumbo

Ahora, estoy convencido de que nada conviene si no estás comprometido.

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Queridos tres lectores, les invito a leer mi colaboración en el blog Desperdicio de Letras en donde se toma el pretexto de un tema para sólo escribir. Cazar al lobo. Navegar el barco.

El tema de esta semana: Libre Albedrío.


Saludos

miércoles, 4 de febrero de 2009

Simultáneo.

15
La luna nueva
ella tambien la mira
desde otro puerto.
17 Haiku. J.L. Borges
Una vez hubo nada más fuego. Fuego y tierra sobre distancias temidas cubiertas con neblina y agua en las noches frías. Poco a poco el tiempo se fue encasillando en calendarios, en relojes, en Times Square, y las mañanas con sus tardes y noches ya pasaron a formar días, semanas, meses y años. Demasiados años. La distancia no se hace corta, se alarga cada día más. Hubo alguna vez, además, todo el tiempo del mundo. Todas las ideas y todos los sentimientos. Ahora, el mundo se ve a través de un cilindro: se ve la luz al final y el reflejo de todo nuestro universo de cosas y, al observarlo, es inevitable pensar en que llegar a sentir la luz, más de cerca, puede ser tarea imposible.
Una noche, después de mil cosas en un día a principios de semana, la luz se hizo terriblemente más cegadora y atractiva. Manejando por las avenidas a deshora, descubrí que de alguna forma ella observaba la misma luna en su sueño, el cual no interrumpí al levantarme e irme. La misma luna que es insoportablemente redonda y brillante, descubrió, como hace tiempo no lo hacía, la frialdad y la inercia en la que pasa la vida.
- ¿Ya viste la luna?- pregunta llamando por teléfono
- Sí. Increible- contesto maravillado.
- De acuerdo. Adios- y cuelga.
Sin poder detener ese pensamiento me pregunto si esa misma luna la estarán viendo en Monterrey, en Ciudad de México, Panamá, Maracay, Anchorage, Vancouver, Acapulco, Huatulco, San Carlos, Hermosillo...
La fuerza de lo simultáneo. Dilema eterno.

viernes, 30 de enero de 2009

Paso del Norte

qué lejos te vas quedando...
Dieciséis canales de televisión libres. Una estrella brillando en la montaña. Un mensaje sobre lo que es la verdad. Una conexión de dos naciones con una barrera avanzada de un lado sobre un río seco y robado. Dos banderas ondeando. Un corazón asustado. Circunvalación de luces. Mujeres rotas y perdidas confundiéndose con cruces conmemorativas en las calles. Chimeneas y descargas industriales. Avenidas principales con límites de velocidad baja y sus policías agazapados en vehículos nuevos y potentes con radares listos para atracar. El paraíso de la cerveza. Un Divo. Una jaula. Mil Biblias. Un bosque en la ciudad. La sombra de la muerte brillando de vida. El amor a las cloacas camuflajeadas con focos rojos. El desierto en medio del desierto, la mancha en la honorabilidad. El cambio y el fuego. Filas de carros interminables para compartir un poco del americanwayoflife (pinche dólar está bien caro, pero no hay pedo). La otrora gloria fastuosa. Música de Los Tigres del Norte y Conjunto Primavera. Dos temperaturas sin punto medio. El miedo y la nicotina, el caballo y el perro, los gatos al anochecer. Inviernos ya sin nieve después de veranos candentes. Verónicas. Almas. Julietas sin Romeos. Engranes, libros y ángeles. Aranceles, contrabando, corrupción. Tarahumara perdido en Sierra Maestra: “el último que quede que apague la luz”. Consulado y pasaportes. Buchanans con fútbol en el estadio tercermundista. Día de baile con botas boleadas, lo piteado a la cintura. Fiestas de maldad. Prohibido prohibir el robo de base de tercera a home. Odio y amor. Sed y ternura en lo más sonoro de una risa mientras suena el clín de la “cora” que cae por el espiral: has ganado el pozo de la máquina tragamonedas y te ha alcanzado, otra vez, para una hamburguesa en McDonalds. Walmart abre las 24 horas. Qué felicidad.
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Mi último ejercicio en Metatextos. Sin palabras.
Saludos mis tres lectores.

Noticias desde el centro.

Nadie escoge a la familia, dijo alguna vez una persona resentida e inconforme con lo que pasaba en su núcleo. Aunque es una aseveración correcta, las relaciones entre sus miembros son fuertes, algunas veces extrañas, dolorosas y difíciles, y a veces son sólidas a pesar de la distancia.

Eso sucede con Nena y Pato, mi hermana y mi sobrino. El día que nació Pato, estaba cerrando un negocio importante para la empresa para la que trabajaba en ese entoces y el primer impulso que tuve fue el de tomar el primer avión a Ciudad de México para estar con ellos. En aquel entonces mis finanzas me lo dejaban hacer. Al momento de solicitar el permiso necesario, mi jefe en turno me comentó que era menester el que prosiguiera con las negociaciones y que este menoscabo lo iba a reparar con un bono extra que nunca llegó. Así que viene a conocer a Pato en la semana mayor del año siguiente. La experiencia fue grata e inolvidable. Recuerdo a Nena dándole pecho al Pato y él nos veía riéndose y coqueteando con la mujer que llevaba en aquella ocasión. Este salió bueno pa las viejas, como su tío, dije orgulloso recibiendo como respuesta un silencio sepulcral.

La última vez que estuvimos juntos nos la pasamos bien. Es un niño con pelo a la Bob Patiño que canta, hace air guitar y tiene mucho sentido musical. Después de ese viaje yo soy, para él, Cocó que es su forma particular de decirme Gordo.

Hace unos minutos, mientras que el agua estaba bañando mi (cada vez) más escasa cabellera llamó Nena a la casa. Anunciaba su llegada a tierras juarenses a mediados del mes próximo. Viene con Pato. Mi cuñao se queda en la chamba. Casi me cae champú a los ojos cuando anuncia que está embarazada nuevamente.

Nena, esto es para ti. Sabes que te amo profundamente y que pediré mucho a Dios por tí y por el bebé que viene en camino.

Seré nuevamente, El Tío Badillín.

Dejo un video que hice con Pato.




jueves, 29 de enero de 2009

Maracay en las pupilas de sus ojos

a ratamary


-... la mayor parte de las cosas que existen se relacionan con las actividades económicas. En consecuencia se relacionan con la Contabilidad. Desde el gobierno, hasta el pequeño empresario. Desde el abogado, el médico, el cantante, el gran empresario, Bill Gates, Filippo Sindoni, la necesitan como el agua y el pan. Así que, no subestimen el poder de los números. Los Estados Financieros son las radiografías del alma de las empresas. Te dicen todo y a la vez nada. Los números por sí mismos no reflejan más que símbolos. Y es ahí donde viene la magia. La intervención interpretativa interna interdisciplinaria. ¿Me explico?


Salir corriendo del trabajo para dar clase en IUTA. Pensar en el proyecto fiscal para su especialización. Comprar caramelos antes de subir al camioncico y en él escuchar el comentario de la gente sobre el último triunfo de los Tigres de Aragua mientras que el reggeaton inunda la soledad acompañada de los que viajan en él. Lo detesto...-piensa, pero su pie derecho empieza a llevar el ritmo minimal, sexual, involuntariamente como se acostumbra uno a las cosas que no vienen al caso en un día más allá de la media semana, tocando y añorando los domingos soleados de libertad coartada por la familia, por las visitas a las casas de las abuelas para comer cachapas y mondongo, arepas, pasticho y todas esas cosas que engordan y que se disuelven con la ilusión de una buena ensalada, agua purificada al cien y la caminata obligada, el trajín del vaivén diario, cotidiano, inexplicable y remunerado. Por suerte le ha tocado un asiento junto a la ventana. Observa las calles arboladas. Los ríos de carros y sus luces amarillas, rojas y blancas. Las carteleras, Anastasio Girardot observando todo los días el esmog de la calle y el crecimiento de la ciudad ... Jardín, ni en sueños. Ya no hay más que asfalto, acero y hierro. Fuentes con agua estancada: verdosa como el discurso político del cambio en tercera; intrépido como el robo de base a home o el pisa y corre para anotar; ilógico como Chávez (¿chávez o no chávez?) que recorrió el horario media hora para sincronizar al sol venezolano con el sueño de los infantes bolivarianos... y por donde la veas siempre la Torre Sindoni domina el escenario matutino, vespertino y nocturno.
Y los días igual en la oficina contable. Desarrollando habilidades neutras y etéreas. Calculando contribuciones, reexpresiones de cifras, convirtiendo cifras a Bolívares Fuertes ocultando los ceros de la magnitud en una palabra que define más bien el ego y la sorna que la solidez de una economía nacional. Alguien le pregunta por teléfono que cómo está el clima y ella contesta que no hay ventana para saberlo, pero que en su cosmos personal hay aire acondicionado. El corazón no se enfría. Bendito ciberespacio que tiene el poder de abstraer y de regresar al mismo lugar en milésimas de segundo. Es como un oasis en el desierto de números. Desgarra el alma y es honesto. Palabras que ella misma no se imagina quién las lee. Ella transmite el mensaje y llega claro y conciso. Eficaz y correcto. Mi ayer es tu actualidad, algunas veces.
La noche es lo más amplia que uno puede pensar. En alguna esquina, el jaguar descansa y en un parpadeo la ciudad empieza a dormir para reposar de su larga jornada. En su cuarto, la luz de la antena de la Sindoni le destella en las pupilas y, de alguna forma, la ubica en su entorno y escribe. Y no cambiaria Maracay por nada del mundo. Ni por Caracas.