domingo, 19 de octubre de 2008

Sólo palabras. 50,000.

Doy siete horas de clase promedio al día (incluyendo los domingos). Definitivamente mis alumnos son seres disímbolos, con sueños y teorías completas sobre lo que es el futuro y cómo lo conciben. No puedo dudar que es algo que me gusta hacer. Lo haría para siempre.

Es simple y simultáneo, como alguna vez lo mencionó un amigo. Pocas veces uno tiene la oportunidad de hacer cosas que le gustan. Una vez dejé muchas cosas que me encantaban hacer por tener una familia. Digamos que las agallas no estaban lo suficientemente desarrolladas para mandar al diablo al cotidiano y seguir adelante con los sueños. Y la verdad qué bueno que fue así. Nuestro país es lo más grande que hay, pero es lo más cruel cuando de cuestiones económicas y de suerte se trata.


Y es eso lo que quiero reflejar en cada clase que doy. Trato de que los muchachos recapaciten sobre su devenir en esta ciudad y proponer nuevas formas para realizar un cambio. El cambio que las anteriores generaciones propusieron es arcaico. Hay formas que ya no funcionan. El ojetismo y el valemadrismo son situaciones que no deben caber más en la vida profesional. Todos deben ver por el bien común. México debería ser el ejemplo más grande de desarrollo y de solidaridad en todos los sentidos. Es fácil descubrir a los ojetes especuladores que elevan sus ganancias jugando con el escor del tipo cambiario mientras que nosotros, los simples mortales, sufrimos los embates, dejamos nuestras cuentas en cero, batallamos con poco dinero el cual se va en pagar hipotecas y cuentas con muchos ceros de por medio. Desgraciadamente, este país no está para realizar sueños. Y en estas fechas, creo que el mundo no esta para realizar sueños.

Con esto no manifiesto que mi existencia sea triste y no tenga sueños. Digamos que es algo que me motiva a salir adelante. Así que es necesario generar pequeñas victorias a diario. Como diría Charly García: "Tenés que meter un Gol".

Quizá sea estéril. Pero mi Gol será cumplir el reto del NaNoWriMo. Este reto tiene un doble filo: escribir mi primera novela persé durante todo noviembre y cumplir la meta de 50,000 palabras de escrito. Como dijo l i l i t h: (todo esto) es sólo un pretexto para escribir.

Así que, mis queridos tres lectores, Vamos con todo al NaNoWriMo.

Saludos

1 comentario:

Mariana dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.