(Anoche, en consulta con el Doctor de almas)
-Muy bien.. eso es todo Señor Montalvo.
- ¿Eso es todo? O sea, pago un dineral por cada cita a la que asisto con usted y me dice que la respuesta está sólo en mí...
- Pues.. sí. Efectivamente.
- Pues... no. No le creo.
-Más bien, Señor Montalvo, el que no cree en usted es usted mismo. ¿A poco no se ha dado cuenta que lo sé todo?
- (realmente sorprendido) ¿Qué es lo que sabe?
- Y todavía duda de mi experiencia...
- No Doctor. Si se ve que es usted un desgraciado...
- Shhhh. Shhhh. No me insulte Montalvo... El único desgraciado es usted.
- Vamos a la calle para ver quién es más desgraciado después que lo muela a golpes...
- Retírese inmediatamente de mi consultorio... es más... no vuelva más por aquí. Lunático.
- Doctor de merda... (y sale dando un portazo y llevando consigo el resultado de su último test)
Pinche doctor, no se ha dado cuentas que la mía está perdida en el almacén más frío y sucio de una ciudad norteña o en el hotel más solo y deteriorado de una parte que no viene en los mapas y lo que hago es simular que siento y sólo respiro...
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