jueves, 3 de julio de 2008

UN ARTICULO

El siguiente es un artículo que acabo de escribir para una revista de Canacintra en Hermosillo como una colaboración. Quién sabe si se publique, pero ahi les va. Esta faceta es la de Asesor
de Negocios


ESPIRITU EMPRENDEDOR A PRUEBA DE FUEGO.
En tiempos difíciles se necesita algo más para el desarrollo y sostenimiento de nuevos negocios.

Es notorio, en los últimos quince años, la inclusión en los programas educativos de las universidades del país de materias que conllevan el fomento al espíritu emprendedor en los educandos de estas escuelas con el objeto de que, al egresar de las mismas, tengan una visión diferente en la aplicación de los conocimientos adquiridos durante los años de estudio en un plano real y siempre en la búsqueda del fortalecimiento del sector empresarial de México.
Una gama de nuevos negocios, que van desde los productos y servicios más simples hasta los que son más específicos a una rama de la industria, han nacido a gran velocidad como resultado de esta tarea educativa. Eso es una realidad, pero otra más latente es que un gran porcentaje de estos negocios desaparecen antes de que entren a su etapa de desarrollo y los que se mantienen lo hacen de forma que la rentabilidad de los mismos está por debajo de lo que se pueda llamar como un buen negocio en marcha. Las estadísticas son reveladoras.
Es por ello que la genialidad y el espíritu emprendedor a veces no alcanzan para desarrollar ideas que se traduzcan en negocios que sean redituables y, sobre todo, sólidos tanto en aspectos comerciales, como financieros. Estos dos asuntos son los que aseguran la permanencia de los mismos en un mercado lleno de competidores que tienen la intención de ganar mayor participación a través de estrategias e innovaciones de todo tipo.
Dentro de este ámbito, la falta de “profesionalización” al iniciar un negocio se asoma como una fuerte causa de que no florezcan e incluso que se desarrollen muy lento debido principalmente a las ideas erróneas de que “lo primero son las ventas a como dé lugar” ó “el cliente lo que pida y como lo pida” sin importar que medie antes una planeación financiera de lo que se está haciendo. Por planeación financiera se debe entender, de manera muy sencilla, como la manera de buscar un equilibrio entre la parte administrativa, la parte operativa y la parte comercial de un negocio; obviamente traducido esto en dinero cuya visualización son los Presupuestos y su cumplimiento, además de la generación de los Estados Financieros como instrumento donde se basen la toma de decisiones en el devenir del negocio.
El impacto de la generación de esta información es importante ya que es el resultado de un consenso entre los departamentos y ayuda a cumplir con cada uno de los propósitos que se establecieron: la meta de ventas del departamento comercial al precio de venta ofrecido y calculado que ayude a subrogar el costo del servicio ó los bienes comerciados y entregados conforme lo pactado con el cliente en los tiempos y plazos convenidos.


Para que todo esto se genere sólo se necesita ponderar estos procesos y dedicarles el tiempo necesario para que sean considerados como una tarea necesaria de seguimiento diario durante la operación del negocio tanto ó igual que los procesos de venta y de servicio al cliente, y para ello no se necesita ser un experto financiero ó un Contador muy capaz; simplemente es ordenar los conceptos básicos de administración y llevarlos a cabo.
De igual forma, y debido al entorno voraz de los mercados competidos, se hace cada vez más difícil de pensar en un nicho de mercado que no haya sido explorado como una oportunidad de negocio. Cada vez es más frecuente el pensamiento de que “como yo hay 10 en la lista de espera de los posibles clientes”. Es ahí donde la genialidad y la mercadotecnia juegan un papel importante para ganar su preferencia. Para ello, se debe tener un conocimiento suficiente del mercado que se quiere atacar, de la posible participación que se tenga del mismo, de lo que se puede o no cumplir, y sobre todo de tener la habilidad numérica para realizar buenas negociaciones teniendo en mente la rentabilidad del negocio. En otras palabras no se debe caer en el error de “comprar caro y vender barato”
El reto es tener un cuerpo de ventas comprometido con esta visión y que no sean sólo “levantapedidos”. Deben ser asesores de los clientes y manejar sus intensiones de compra y tener la habilidad de encausar su preferencia hacia los productos que se ofrecen en el negocio en cuestión. Para ello, el Emprendedor debe enfocarse a capacitar y entrenar a los miembros del equipo en una motivación completa y en técnicas de negociación para llegar a las metas planeadas las cuales deben ser claras, reales y revisadas a diario para mayor control.
Hasta este punto se han analizado variables controlables del negocio. Existen otras que no dependen de la voluntad ni de las decisiones que tome el Emprendedor. Hay prácticas desleales que hacen que muchos clientes sigan “casados” con ciertos proveedores ó que los clientes no cumplan las negociaciones de compra pactadas porque otro proveedor le dio más barato, aún cuando dicho ahorro no sea representativo. Los procesos de ventas deben basarse en un principio de ética empresarial que tenga como objetivo realizar negocios en un ambiente libre de corrupción ó “malos entendidos” y deben de fortalecerse los lazos comerciales lo que repercutirá en relaciones más estrechas y sólidas con los clientes.

No nada más el Espíritu Emprendedor basta para crear y desarrollar nuevos negocios. Se necesita mayor preparación y dedicación para poder llevar las naves que se lanzan al mar al destino planeado.



Ahhhhhhhh verdad?

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