Dios inventó el libre albedrío.
-¡Una buena estrategia…!
Sin embargo, es su arma de doble filo: por un lado el hombre ha crecido en sus habilidades cognitivas, ha desarrollado grandes inventos, ha viajado al espacio y ha generado la carretera virtual de la información; por otro, el hombre se ha olvidado del principio de las cosas y ha antepuesto la satisfacción que da el poder en su sentido más amplio creando sistemas basados en la explotación del hombre por el hombre mismo.
Es por ello que desde hace mucho este libre albedrío es “influido celestialmente” por un Consejo cuya tarea es la de provocar que la humanidad siga avanzando vertiginosamente en el orden del caos para así allanar el camino de Dios en la preparación de su siguiente paso.
Dentro del grupo existen diversas opiniones, pero hace poco concordaron en algo al poner su visión en México:
-¿Cómo es posible que teniéndolo todo, lo echen a perder?
- Malas decisiones, definitivamente.
- Es hora de la lección final. Utilizaremos el plan 8804.
-Mmmmm…. Severo. Demasiado severo. ¡ Es peor que la inquisición!
- ¡Adelante!
PLAN 8804.- Sale de sobra hablar de él. Sobresale que algunos distorsionarán su capacidad de decidir y fincarán sus esperanzas en nuevos mesías que pronto dejarán de brillar para decepción de algunos y beneplácito de muchos. Poco a poco los mexicanos se darán cuenta de lo que pasa cuando se escupe al cielo.
Por eso estamos como estamos donde estamos.
En serio: no puede haber mejor explicación a todo lo que pasa aquí.
Esta es mi cuarta participación en Metatextos.
Es preferible pensar que el orden de las cosas va a cambiar porque así se establece. Definitivamente, tiene que ser asi.
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