-¿Has escuchado el sonido del fuego?- pregunta Jimi sorbiendo un vaso de wisky - Me queda una buena experiencia después de todo. Fue la vibración que movía las partículas del aire y la resonancia distorsionada de los altavoces a mi espalda. La primera vez que lo hice estaba muy drogado. - ríe- Demasiado drogado. Sólo alcance a sentir las llamas en mis manos y un dolor que parecía cosquillas en mis dedos que no dejaban de moverse. Ya en el hospital el doctor preguntó qué me había metido. “Heroína: dulce y bendita” le contesté sin chistar.-enciende un cigarro- “Pues cuando se baje del avión le dolerán un poco. Tome este analgésico y este desinflamante” Realmente me encontraba excitado. Te juro que vi colores danzando en las llamas como una pañoleta en el viento…
Lo mejor vino después. Días antes, me había encerrado a tocar como loco disipado en un cuarto lleno de espejos. Cada sonido que salía del amplificador llevaba magia y energía. Andaba demasiado motivado. No sé quién, pero alguien me dio algo muy potente. Sí. Toqué el cielo. Tardé dos días en calmarme. Decidí utilizar esa potencia en el escenario.- apaga el cigarro en el cenicero- En el escenario del festival nadie pudo precisar lo que iba a hacer con ella. Me monté en ella y literalmente la estaba amando delante de todos. El sonido era increíble. Estaba excitado. Tomé el keroseno y rocié la guitarra. Encendí el cerillo. El sonido del fuego y las llamas danzando entre mis dedos preparaban el gran final al estrellarla contra el suelo, contra la batería y después aventarla al público…
Jimi termina de hervir la heroína en la cuchara y la dispone en la jeringa. Empuja la cánula. La inyecta en su vena. Sus pupilas se dilatan y ven el infinito.
Lo mejor vino después. Días antes, me había encerrado a tocar como loco disipado en un cuarto lleno de espejos. Cada sonido que salía del amplificador llevaba magia y energía. Andaba demasiado motivado. No sé quién, pero alguien me dio algo muy potente. Sí. Toqué el cielo. Tardé dos días en calmarme. Decidí utilizar esa potencia en el escenario.- apaga el cigarro en el cenicero- En el escenario del festival nadie pudo precisar lo que iba a hacer con ella. Me monté en ella y literalmente la estaba amando delante de todos. El sonido era increíble. Estaba excitado. Tomé el keroseno y rocié la guitarra. Encendí el cerillo. El sonido del fuego y las llamas danzando entre mis dedos preparaban el gran final al estrellarla contra el suelo, contra la batería y después aventarla al público…
Jimi termina de hervir la heroína en la cuchara y la dispone en la jeringa. Empuja la cánula. La inyecta en su vena. Sus pupilas se dilatan y ven el infinito.
----------------------------------------------------------------------------------------
Esta es mi primera participación en Metatextos del año. El ejercicio se llama: Momentos Clave.
La Historia reclama este momento como cumbre en el Rock. Hendrix y su guitarra en llamas (quemando las conciencias).
Saludos a mis tres lectores. Fieles y serviles.
1 comentario:
La verdad que no se donde dejarte el comentario si aca o en Metatextos, lo hare por aca =p
Gracias por el saludo! (soy uno de los 3 lectores, no?)
Me gusta la descripcion del momento y del viajecito, seguro es heroina y no LSD? bueno no se jeje
Chevere chevere (dos deditos en simbolo de paz y amor)
Publicar un comentario