La primera canción que hice fue en Fa sostenido mayor (Invento espejismos).
La primera vez que creí en las coincidencias fue en Acapulco y después en Distrito Federal, en mi época de estudiante.
La primera vez que fui papá Fernanda me miró y creo que me sonrió cuando la tuve en mis brazos.
La primera vez que toqué fue en la cocina de mi casa a los meses de nacido con la cazuelas y cucharas de mi madre. Fue una gran demostración...
La primera vez que Dios me habló estaba ya muy lejos de ser el hombre que creí ser.
La primera vez que tuve una pasión verdadera se llamaron Los Beatles... después Borges.
La primera vez que cumplí un reto fue tocar la guitarra autodidactamente.
La primera vez que me rompieron la nariz fue porque le robé un beso a la novia del guey que me golpeó.
La primera vez que descurbrí que nada es eterno y realice muchas preguntas fue cuando mi abuelo murió.
La primera vez que escribí un cuento fue Aquella tarde.
La primera vez que amé algo fue indescriptiblemente absurdo, pero sentido... muy sentido.
La primera vez que me puse ébrio fue en un cumpleaños con sangría.
La primera vez que anoté un gol fue anulado.
La primera vez que dije una mentira todo el mundo la tomó como verdadera.
La primera vez que me gané un dinero fue apostando a las canicas.
La primera vez que no tuve nada, lo tuve todo.
La primera vez que choqué fue un accidente mayor sin menores consecuencias.
La primera vez que dije si fue porque no quedó de otra.
La primera vez que dije no fue porque ya me habían ganado la partida.
La primera vez que sentí necesidad por escribir en forma fue cuando hace algunos años atrás un hombre y su hijo comían un pan y una soda en una tienda mientras yo leía Cerca del Fuego de J. Agustín: recrear la frustación del padre al no poder darle más al niño de comer en contraste con la felicidad del pequeño en ese universo reducido fue el impulso que me llevó a desempolvar una máquina de escribir y a transcribir lo que había escrito sobre ese momento.
La última primera vez que me ha pasado es la de darme cuenta de que no hay muchas cosas que decir y que aunque sea por una vez más, el rito y la coincidencia se dejan ver en este espacio.
1 comentario:
Hay mucho para comentar.
Le dejo un saludo.
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