miércoles, 26 de noviembre de 2008

El mundo probable de las coincidencias.

A lo largo de mi vida, la coincidencia y el azar ha estado presente como en la mayoría de los seres humanos de esta tierra. De hecho, puedo decir que los grandes eventos que me han sucedido se deben a la conjunción de este elemento. Podría citar varios casos, pero el más reciente es el que detallo a continuación:

Regresé a vivir nuevamente al centro del espiral que no tiene final en mayo de este año dos mil ocho. Los motivos se fueron dando especialmente para que yo decidiera regresar a casa y creo firmemente que ha sido un acierto el haberlo hecho. Poco tiempo después, estaba formado en la fila de un cajero sacando dinero y me encontré a una amiga que hace años, pero muchos años, no veía. Nos abrazamos y ella me dijo que justo había pensado en mí, en mis huesos y en mi suerte. Hice un resumen muy breve y ella preguntó que sí pudiera realizar una sinopsis de ella cuál sería a lo que, después de pensar un momento, dije: La andanza de un caballero norteño y la lucha eterna con sus sentimientos buscando la felicidad a través de la coincidencia... La verdad no sé por qué dije eso y ella no le prestó mucha atención a lo que inmediatamente dijo: ojalá puedas leer mi blog. Esa noche lo leí y le metí mano al mío que tenía varios meses de no ser alimentado. En uno de sus post, alguien comentó algo que me pareció inteligente y mordaz e inmediatamente me fui a la liga de su perfil. Descubrí que era un hombre de mi edad y que vivía en Juárez. Entré a su blog y lo primero que vi fue que participaba en un taller que se llama Metatextos. Una cosa me fue llevando a la otra así que esa noche decidí incluirme en el mismo taller y desempolvar la cesera y dirigirla hacia el lado creativo, oscuro y mundano por un tiempo. Digamos que era el ápice de la montaña que me faltaba por escalar para darle la importancia, el tiempo, el espacio y la disciplina de escribir. Digamos, también, que agradecí ampliamente la motivación involuntaria dejándole un comentario. Obviamente, la vorágine de ideas llegó y empecé a escribir. Algunos de mis textos en el taller han sido considerados como sobresalientes y otros desafortunados (los menos). Sin embargo, y dentro de este toma y daca de ideas, pensé en escribirle a esta persona para invitarle a departir conceptos y una plática además de agradecerle por lo que involuntariamente hizo, cosa que jamás hice por angas o mangas. Poco después empecé a dar clase y esto me llevó a invertir mi tiempo en estudiar, prepar clases y atender el negocio de la familia. Hasta aquí los acontecimientos pueden sonar normales y ñoños. Lo sé...

Hace unas semanas, entró a dar clase un profesor nuevo. Por lo general, en los descansos entre clase y clase, todos los profesores cruzamos alguna palabra. Me presenté con él y su nombre se me hizo muy familiar. Hace poco leí nuevamente el blog de esta persona y en uno de sus post insertó una fotografía. Descubrí inmediatamente que el nuevo profesor era mi "motivador involuntario".

No hace mucho, me acerqué a él y le dije: ¿Usted cree en las coincidencias cósmicas?...

Prometí un post al respecto.

2 comentarios:

TheJab dijo...

"En uno de sus post, alguien comentó algo que me pareció inteligente y mordaz "
¿Se puede saber en cuál post de cuál blog? jeje.

"Descubrí que era un hombre de mi edad"
¿De la edad de piedra? Ya pues... no recuerdo si con 13 o 15 días de diferencia.

Seguimos en contacto, Profe.

E.M. Acosta Bolívar dijo...

jajajajajajajajajajaja

ash! yo tambien creo en las coincidencias cosmicas y demases jeje.

Yo inicie un blog y de alli conociendo y visitando encontre que muchos participaban en Metatextos, asi que me anime y escribi...

Toooodo eso solo porque gogglee la palabra despecho -para explicarselo a una amiga de otro pais- y conoci el primer blog.

Que tal?

A donde me lleva todo eso?, ni idea, pero de seguro cuando llegue dire: aahh viste? yo sabia! :P