Una rápida mirada a un saco de huesos de más de treinta que ha vivido toda la gama de consistencias y texturas que ofrece la vida
miércoles, 18 de noviembre de 2009
A fi que lees ésto...
miércoles, 14 de octubre de 2009
ES SÓLO ROCK AND ROLL...
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Sonia preparaba los almuerzos de sus dos niñas y ponía unos característicos snacks en sus mochilas mientras su marido sacaba la RCV de la cochera. Apresurándolas, como todas las mañanas, Liza, las más pequeña, le señalaba que en MTV anoche habían pasado un video del grupo que le fascinaba a su mamá y que era el de la canción de "Hey...Hey..Hey... yes I Like it a lot...." que le cantaba cuando estaban contentas...Sonia pensó que esa canción era fabulosa y que lo era más estar en ello"unos cuantos años después"... Ella sonrió y pensó en qué tan lejos estaba de eso ahora
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Esteban no llegaba a los cuarenta y tenía un hijo de diecisiete, quien heredó su habilidad musical. Unos años antes, Estebancito (o Junior) se interesó por tocar la guitarra y ni tardo ni perezoso le enseñó la Teoria de las Pentatóniocas y algunas armonías jazzeras y bluseras. Le enseñó a usar el distor, pero sobre todo el Delay, como The Edge... mira, Junior.... tarataratá..taa..ta..t... ¿Escuchas? esa es Where the streets have no name... y cuando tenía tu edad fui a ver al Cine Diana Rattle and Hum de U2... eso marcó mi vida... Obviamente pensó que las diferencias musicales eran cíclicas y recordó las peleas con su padre quien siempre decía que The Cure y U2 eran una bola de fascinerosos, lo mismo que pensaba de los grupos que Junior escuchaba... El sonrió y pensó en qué tan lejos estaba eso de ahora
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Feliciano vendía tomates en el mercado de Revolución junto con su mamá. Un día, te voy a comprar el puesto de huevo que pronto, muy pronto va a dejar Doña Cornelia pa que lo manejes mijo.... No, mamá... lo mío es el rock... voy a ser famosos y te voy a comprar una casota en Cuernavaca con estos acordes y estas rolitas.....Poca gente se acuerda de Feliciano. Llego a ser un buen guitarrista en los años en que el Rock en Español surguía con fuerza a prinicipios de los noventas. Con su banda "Pistolas Calientes" tuvo dos que tres éxitos en la radio local y tenían su grupo de seguidores. Se enamoró de Carmela, la hija de Don Manuel el de las carnes frías... ¿Cuál es el colmo del guitarrista de las "Pistolas Calientes"? Que sea novio de la hija del de las carnes frías...jajajajja. Unos cuantos años más tarde, Carmela le daba una niña morenita, morenita y dejó la guitarra para cargar cajas, aprender el negocio de los Ultramarinos y esperar la herencia y dar el braguetazo. De vez en cuando, le pone canciones de rock a Carmencita y ella baila y toca su guitarra, ahora le está enseñando Puente de Cerati. Su mamá es la Reina del Tomate
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Entraba la sustancia al cuerpo por la Arteria Radial y sus pupilas se dilataron. Recordó el último concierto que tocó. El último acorde retumbó en el auditorio y en su mente. Después fueron días de desperdicio. De desgaste y de desbaste. Ahora, su respiración se detenía mientras se recostaba a lo ancho de la cama. Un temblor le indicaba que el viaje de nuevo había iniciado. Pudo ver el color del Do. La temática aflorada de Ré. Lo impasible y cálido del Mi. Lo engreído del Fa. El toque esperanzador de Sol. Lo básico y central de La. Lo indefinido del Si. Lo exótico e impredescible de los sostenidos y bemoles. Lo oscuro del agujero profundo en el que iba cayendo. Pensó en La Divina Comedia... Dejad toda esperanza al que entre por esta puerta... Un cenote! como los de Yucatán... se vio flotando como siempre, pero luego caía al vacío y mientras lo hacía un sólo de Van Halen sonaba como un alarido. Murió observando las figuras de polvo en el techo.
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La última noche compuso La Oda a las canciones estériles. Cuando la terminó regresó a la cama y se acurrucó a ese cuerpo tan conocido. Mientras lo abrazaba descubrió que dejaría nuevamente todo por estar con ella, pero había algo que no dejaba de rondar por su vida y era esa necesidad de expresar con música su entorno. Canciones estériles que jamás nadie iba a escuchar pero era le resultado de esa andar y nadar sobre aguas turbulentas y tibias. Mientras pensaba en ello, Ella volteaba para ponerse de frente y todo se olvidaba.... en esa noche, Ella concibió a la pequeña Paty (com Paty Smith). Años después, le decía: El día que escribí La Oda a las canciones estériles, se embarazó tu mamá de tí... Qué locochón....
Eso es Rock and Roll
jueves, 8 de octubre de 2009
Inventario de señales constantes.
Un escalofrío de emoción, de terror, de fiebre.
Una fotografía en blanco y negro de un lugar con el mar de fondo.
Un largo historial no tanto delictivo, pero sí incriminador.
Una alta obsesión por la ortografía.
Una culpa aplacada con cinco figuras difusas.
Un mismo sentimiento que no sucede igual que siempre.
Una palabra tremenda escrita en el Libro de la Verdad.
Una tendencia a la dirección onírica, a hacer lo que el sueño dicte.
Una sonrisa de media sandía.
Un rasgo en los ojos inconfundible.
Una esperanza en mil momentos.
Una taza junto a la lista de retos por realizar.
Una cruz en la de retos realizados.
Un sonido que está permanente y que no establece su origen.
Un dolor característico entre las sienes y la frente.
Un pensamiento cuando se apaga la luz.
Un camino junto al camino que trazan las palabras.
Un guión sin un argumento definido.
Una curvatura prominente en el vientre bajo.
Una necesidad de crecer, de expander, de arrobar.
Un triángulo dentro de un círculo.
Una estigma borrándose cada día que pasa.
Unas horas que ultimamente se convierten en altas de la noche.
Un espasmo en el pecho.
Un remedio heredado.
Un miedo al fracaso.
Un oráculo ebrio de soberbia.
Un sudoku.
Un homerun con casa llena.
Un gol de un tiro de media distancia.
Una casa prestada.
Un cúmulo de pérdidas.
Un pasado que cada día es perdonado, pero no justificado.
Un deseo.
Un alguien.
Un quizá.
martes, 6 de octubre de 2009
Mesalina.
Secretamente, cuando Claudio la poseía, pensaba en la noche que más de 200 hombres intimaron con ella, cuando retó a la hetaira más famosa de Roma, Escila, y eso la excitaba. Mesalina era bella y calculadora, dueña de un porte temerario y una mente perspicaz. Manipulaba a su marido en las decisiones de Estado cuando éste llegó al poder cuando Calígula fue asesinado en un complot.
La pasión de Mesalina fue algo que nunca controló. La historia la encontró a sus 12 años enamorada de Cayo Apio. Una noche, en una de las celebraciones a Júpiter, ella danzaba descalza con una túnica reveladora y atrevida. Cayo Apio la veía embelesado, aunque en el fondo, él no pensaba más allá que desatar la furia interior. Enmascarado, bailó junto con ella y la fue separando del grupo, llevándola a lo más lejano de los jardines. La luna iluminaba dramáticamente la escena, cuando los dedos de Apio tocaron su sexo. Una explosión de sensaciones en todo su cuerpo: húmedas y entrecortadas oleadas de placer le despertaron un mundo desconocido. Mesalina se descubrió desprotegida ante la situación cuando los labios y la lengua de aquel hombre rondaban por la mayor parte de su cuerpo, ahora desnudo. Fue tanta la fuerza de ese encuentro que, años después, recordaba el momento con gran avidez y no lo pensó dos veces; Claudio, ajeno a aquellos pensamientos, cumplía el deseo de su bella esposa al traer de regreso a Roma a Apio de aquellas tierras extranjeras para tenerlo cerca.
Una noche, después de entrevistarse con Claudio, Apio fue abordado por Mesalina afuera del palacio.
-Te casarás con mi madre
-Eso nunca…
-Te quiero para mí. Eres mío desde siempre…
-No lo haré…
Mesalina golpeaba con furia la cara de Cayo Apio.
-Harás lo que yo digo o morirás.
-Posiblemente lo haga, pero no tendrás nada de mí.
Mesalina no habló. Entrada la noche salía nuevamente del palacio para convertirse en Lycisca, la mujer perra, en un burdel de Subura. En cada hombre que la penetraba, trataba de descubrir algo. Quizá descubrirse ella misma, pero no lo lograba. Eso la afectaba demasiado y lloraba angustiosamente. Cuando llegaba a casa, Claudio dormía ajeno a ese dolor y eso también le excitaba. Despertaba a su esposo para tratar de descubrirse en él y se fundía en un acto que pasaba de mecánico a punitivo.
Una noche, cuando Claudio atendía menesteres fuera de Roma, decidió poner fin a su indefinición con respecto a su matrimonio. Cometió bigamia al casarse con Cayo Slio y así derrocar a su aún esposo. Esa acción le costó la vida. Fue condenada a cometer suicidio, pero al no poder hacerlo, fue decapitada por un centurión. Momentos antes, pensó en lo que Escila le gritó: “Infeliz, tienes las entrañas de acero”. Mientras el primer golpe de espada cortaba gran parte de su cuello, sintió nuevamente la explosión de emociones en cada centímetro de su piel. Su vida se desvaneció en su último orgasmo.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Pañuelo Palestino (El mundo es uno...)
únicas que debieron aparecer antes de comenzar todo como pasó.
Y es que las apariencias engañan y los adioses no son definitivos sobre todo cuando se hablaron de lunas y estrellas de invierno fríos, disparos y soledad.
Sobre todo cuando, después de todo, hubo un interés posterior en saber cómo pasaban los días desde mi óptica y cómo sucedían los acontecimientos desde tu trinchera:
los jueves de cena corta y largas miradas, las cortinas negras, el noticiario con faltas de ortografía y de razonamiento.
Las luchas diarias para que el mundo no nos erizara la piel más de lo normal.
Pero el tiempo siempre gana y nos tiramos al suelo para que alguien nos levante, como estrategia de ventas, o nos rechace. Dejamos que lo más obvio disuelva lo irracional y por eso modificamos los sentimientos, partimos la conducta, nos olvidamos de sentir y el olvido llega donde habita, donde se desarrolla.
Y por causas y azares, por debates de argumentos, por una confabulación incendiaria sucede por un momento la perpendicularidad momentánea de nuestras vidas, en el lugar y en la situación menos esperada y favorable: una fiesta a la que no debía asistir y tú serena sentada a un extremo del local, invitada por una persona que originó el encuentro mútuo.
La mirada obligada. El escutrinio familiar de tu mirada. Tu mirada queriendo evadir, pero recordar. Las canciones, las promesas, el manejo de los rabillos del ojo. El día de la cosecha, la Navidad...
El mundo es un pañuelo palestino. El final es siempre igual.
jueves, 24 de septiembre de 2009
De cierto, desierto digo.
sábado, 12 de septiembre de 2009
Ultima posición.
Estos días han sido de última posición. He tenido el peor de los estados mentales y he tenido que lidiar con eso. He recordado las palabras que me han signado el alma y he rechazado ser la consecuencia de lo que son mis propios miedos, que principalmente se reducen a esta frase I don´t want to be a person with "L" in his forehead.
Aunque el adagio diga que seremos de lo primero lo último.
Aunque las palabras y el dinero se desgasten en conexiones estériles.
Aunque la pintura del baño necesite cambiarse.
Aunque no haya ganas de salir al sol.
Aunque no haya ganas de bañarse en el mar.
Aunque no haya medias tintas ni sombras completas.
Aunque los ojos no sientan, ni la piel recuerde.
Aunque los meses pasen y las fechas de largo sigan.
Aunque las promesas se rompan.
Aunque el motivo no sea suficiente.
Aunque las firmas no valgan.
Aunque el mundo se caiga a pedazos...
Siempre habrá una última posición donde refugiarse después de que no hay mas nada y el color oscuro llene lo soleado del día. Más allá, nada.
sábado, 22 de agosto de 2009
SEQUIA
Puedo decir que una nube pasó y mojó la tierra seca de mis ansias de escribir.
Pronto, la presa rebasará sus límites y desbordará palabras de a poco, de a mucho, de a mil por hora....
Pronto.
Saludos...
miércoles, 1 de julio de 2009
sábado, 13 de junio de 2009
Reencuentro.
-Este es un fa sostenido. Oye… suena como Urano.
- ¿Mayor o menor?
- ¿Urano?
Tu sentido del humor te hizo una niña especial e inolvidable. Aún, cuando te hicieron la ortodoncia eras simpatiquísima. Andrea, tu abuela, decía que era genial que alguien te pusiera el freno aunque fuera en la boca. Y es que cómo olvidar el susto de tu primer choque a los catorce contra las jardineras del Parque México. La quema de corpiños porque no te dejaron hacer la pijama party en la casa. Tu perro, primero color rosa y luego morado. El día que repartiste la despensa del mes a los niños pobres de la colonia. Siempre fuiste muy aventada y atrabancada, pero de alguna forma también demasiado racional. De pronto, en instantes, tocabas al cielo con tus pensamientos, con tus ideas brillantes y luego guardabas silencio. Sí tu cerebro hubiera tenido engranes, se hubiera escuchado la maquinaria andando, como la que hacía tortillas.
¿Cuándo fue que dejaste todo atrás? ¿Cuándo fue el cambio?
Mirabas largas horas las grietas en las paredes de la sala de estar y decías que sentías miedo, pero no expresabas nada. Estática la sensación que te iba carcomiendo por dentro hasta evitar la luz del sol. Terrible malestar de mareo estando en tierra firme, pero soñando con el mar y la arena metiéndose en tu traje de baño: esa era la única opción de sol que soportabas en el imaginario. Un barco en el oasis de un desierto. La sábana de seda blanca que cubría tus noches de risas y dulces y cuentos de Quiroga. Cuentos de espanto y de lo sobrenatural.
¿Cuándo dejaste de creer en la asepsia de las cosas? ¿En el fundamento del alma?
Quizá cuando descubriste la verdad de la verdad, el origen del movimiento de los tranvías que eran impulsados por corriente eléctrica, el mismo tranvía que pasó cerca de ti cuando escapaste por una ventana y la luz distorsionada te cegaba y te aturdía como el Poema Electrónico de Varese o como el Zeitmasse de Stockhausen o como los gritos de lamento que escuchabas en The Wall de Pink Floyd el día que moriste.
¿Cuánto tiempo ha pasado?
Después de todo, los días 13 de junio siguen siendo especiales. Siempre marcan la mitad de algo. De repente a medio día regreso a esta casa, herencia de nuestros padres y sucede lo mismo: me siento en la sala junto al piano, miro el paisaje parisiense que pintó Andrea, miro tu foto sobre la chimenea, respiro profundo y el sol se esconde por unos segundos. El sonido es característico y tu aroma llena toda la habitación. Todo se detiene.
-Hola Nena…
-Este es un fa sostenido…
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Mi último cuento en Desperdicio de Letras.
Te invito a que pases a embarrarte un poquito.
Bendiciones.
L.Mario
viernes, 12 de junio de 2009
Radio Futura
El origen de todo esto es la ciudad de Cincinatti, en 1976, cuando Nuestro Mesías fue condecorado por ser uno de los más importantes escritores de su tiempo. En el salón de homenajes, colgaba una phi que servía como distintivo. Todo tenía relación. En esa noche sus ojos veían al infinito y comentó sobre la realidad del Aleph. “ El amor y la verdad se concentra en sólo un punto. Y quien lo observa comparte los ojos con Dios que es la única verdad. Dios de las Matemáticas y del mundo. El inicio y el fin descritos en la palma de sus manos…” De pronto, hubo un apagón y la phi caía hacia la mesa de honor llena de tribulaciones. El mensaje estaba dicho. El don de lenguas manifestado, hermano borgiano.
145 años después, La Iglesia Borgiana del Aleph se erige como la piedra angular de este mundo. Y de los otros también...”
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Mis tres asiduos lectores:
Pongo a su consideración mi último texto de Metatextos, cuyo ejercicio esta quincena consistió en crear una religión. Inevitable la referencia hacia la Universalidad, Magnificencia y Belleza de Jorge Luis Borges. Un genio: el escritor más completo, complejo e increíble sobre la faz de esta tierra.
Este cuento va dedicado a él.
Y a tí que de ves en cuando te veo por acá.
Muchas gracias.
L. Mario
jueves, 11 de junio de 2009
Las luchas internas
lunes, 8 de junio de 2009
Friday's Karaoke Night, All right!: Quinta reunión Blogger.
jueves, 4 de junio de 2009
Cazadora de patos (Open season)
- Buen tiro...
- La temporada está abierta....
jueves, 28 de mayo de 2009
Precuela
Esta suma de primeras veces le había enseñado a Rey Pérez que los procesos creativos menos pretenciosos suelen ser los más decorosos.
Lo onírico de los días de este último año le daba las señales a seguir. Una noche decidió escribir el inicio. Durante ocho horas nadó en ese caldo de cultivo.
En medio de esa intoxicación extática, una voz le decía: No puedes culpar al viento de deshacer al diente del león ni de esparcir sus partículas en el aire. De alguna forma, ahí se encontraba el fondo de la historia.
A las 5:59 a.m. de un 13 de junio, el milagro aparecía otra vez.
Rey tuvo la misma sensación: estar viendo en la pantalla un submundo al otro lado del espejo. La sangre se agolpaba en sus sienes.
Rey, siendo el niño gordo de mamá, tomó la cámara Súper 8 y filmó la siesta del abuelo horas antes de fallecer. Estableció una conexión entre la lente y el destino. Ahora lo quería redescubrir.
El inicio: la cuenta regresiva en la pantalla para ver el viaje de la cámara: el planeta, el país, la ciudad, el barrio, la calle, la casa, la ventana, la cama, la cabeza sobre la almohada, el ojo izquierdo, la mente...
Abría el cuaderno y caía una nota:
Estabas en el recuerdo y estás en el presente imperativo de estos días donde el sol lanza alfileres e incendia cenizas.
El sonido del bandoneón y el piano y la letra conocida escrita en el papel lo transportaba a su lado más sensible.
Incendiario puede ser un adjetivo criminal y abyecto- exclamaba
En un momento en que nadie le prestaba atención, lloraba mientras la música de entrada del
filme retumbaba en el foro vacío.
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Mi último ejercicio en Metatextos. Microficciones.
Cuento dedicado a José Luis Zarate.
Saludos y Bendiciones
miércoles, 27 de mayo de 2009
Entre ésto y lo demás.
y no te había puesto atención.
Estabas ahí desde niño, desde joven, desde siempre, rondando los puntos fijos, los puntos en las ies, la escencia de las cosas.
Estabas ahí viendo del otro lado del espejo, en el asiento trasero del auto, en los sonidos extraños en medio de la noche, en el canto de las ranas, en el sonido de la lluvia, en la temperatura del rocío.
Estabas sin estar, observando los pasos que daba en mi habitación aquella noche en la que decidí no regresar el tiempo atrás, las hojas de mi cuaderno en blanco tratando de reflejar las intenciones de mis sensaciones. La esencia de mis actos. La fotografía del alma.
Estabas en las letras de miles de canciones, en el primer rayo de luz de la mañana, en el aire fresco y en la gota de agua. Estabas en las paredes y estaba tu imagen recostada en la alfombra. En la magia de las ciudades y sus crónicas, en las tristezas de los aviones, en los últimos instantes, en los momento iniciales, en el nudo y en la interpretación del Aleph, en los ojos de Borges mirando al infinito, en las corcheas y semicorcheas de las partituras de Dave Brubeck, en el mate uruguayo, en el té inglés, en el café árabe, en la guitarra de Jobim.
Estabas ahí y hoy que más te necesito, en la cosa más mínima te presentas como una linterna en la noche y me dejas fuera del temor del devenir de estos días eufóricos. Eres como las antorchas que calientan los campos de cultivo o como las cubetas con gasolina que las ponen en las carreteras para descongelarlas cuando el frío arrecia en invierno.
Estabas en el recuerdo y estás en el presente imperativo de estos días donde el sol lanza alfileres e incendia cenizas.
Entre arrobas y coincidencias.
jueves, 21 de mayo de 2009
Notas encontradas en el escritorio del cuarto de un infectado.
Del devenir rudo de los días, de pronto, al stop obligado con mil pendientes y documentos que revisar. El dolor repentino en el pecho, la salivación excesiva, la fiebre intensa, la desarticulación de los músculos, el confinamiento…
II
Las bardas de las casas de los ricos están grafiteadas y lo que antes era un club deportivo ahora son ruinas multicolores: desde la ventana es la fotografía que no cambia y que sólo varía en su iluminación al pasar las horas. Las cosas están estáticas…
III
No sé cuánto tiempo ha pasado. Mi única conexión con el mundo es la idea de vivir La Metamorfosis kafkeana, el televisor, fiel aliado, y el servicio de telefonía ilimitado. Me siento el resultado de la misantropía que nace en mí, sobre todo a la hora de comer cuando Petra me deja la bandeja en la puerta y corría a protegerse…
IV
Conversación telefónica:
-¿Cómo está el mar? ¿Tibio? ¿Menguante?- te pregunté.
- Más azul que de costumbre…- respondiste con tristeza en las últimas vocales.
No estoy a su lado.
V
La noticia no tardó en llegar. La solución radical busca la salud pública como fin inmediato. Lo más triste es que la fecha se aproxima. La fuerza pública catea las casas para asegurarse que el sacrificio sea completo. No quedará rastro de la infección. No voy a exponer a nadie, ni a liberarme del destino.
VI
Hace rato, mi papá entró a la habitación ataviado con un traje especial y una careta de acrílico transparente. Llevaba consigo los papeles notariados. Firmé. Pude ver en su rostro una mezcla de rencor y alivio mientras aplicaba la dosis.
Ahora, me estoy yendo mientras escribo esto: Todo sea por mis hijos y por los hijos de mis hijos…
VII
Cría cerdos y te sacarán los mocos.
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Así quedo el texto.
Saludos
jueves, 14 de mayo de 2009
Notas pegadas en la pared de un cuarto infectado.
martes, 5 de mayo de 2009
Entre ríos te veas.
Se da cuenta que se ha vuelto un ser anacrónico como el color sepia de las fotografías y las mentiras que escriben los diarios. Su piel se va convirtiendo del color del maiz tostado a una sábana de mortaja pálida y sin sombra. El sabor de las cosas sabe a lo mismo. El hombre es un ser de costumbres y desechos. El ser humano es ser así.
Nada rompe esta elipse. Los dos ríos al final son todos en uno. Son los mismos que esconden los miedos y la basura de la ciudad. Son los que dividen un Estado de otro. Son los mismos que separan y conjugan dos realidades completamente distintas, pero complementarias. Ríos de dulce toxicidad, tan compañeros y tan demonios. Tan llenos de historias como de derrotas.
Ríos que reflejan la luz de sol y la sombra de la noche y que van al mar. Se unen y crecen cuando las gotas de lluvia golpean la superficie y se pierden. La sensación de calma vuelve a llegar al caer el sol y lentamente se empieza a escuchar el canto del agua batiente a dos frentes y empieza a refrescar.
viernes, 1 de mayo de 2009
Entre líneas.
del principio.
Letras que salen en libros y revistas.
Imágenes en retrospectiva, como retrovisor de automóvil.
Las luz blanca del fondo.
Origen (0,0).
Fuerte referencia matemática, tangencial.
El tiempo juega las horas.
El ladrón duerme sin descanso.
Anuncio de avisos en el diario local.
Frases mal usadas que dan el efecto correcto.
Yo, tú, él pensando en pretérito imperfecto.
La casa era dorada. Ahora tiene una ventana más.
Por un momento me sentí eterno,
pero tuve que regresar.
Amenazas e impactos. Violencia cultural.
Violencia universal y natural.
El sol lanzando alfileres sobre la ciudad.
El sueño se olvida cuando despiertas.
La sensación de que algo se pierde continua.
Firmas, contratos, licencias, permisos.
Figuras de vidrio, de barro, de lladró.
Estúpidas figurillas sobre carpetas de hilo tejidas,
veladoras encendidas.
Una fotografía que realza lo verde de tus ojos azules,
que se vuelven negros en la noche densa.
Violencia intelectual.
Un espejo y un libro de Chejov.
Cortinas vaporosas generando interferencias en la visión.
Él te observa a través de ellas mientras caminas desnuda por tu casa.
Y se encuentra más solo que la luz neón del anunico del hotel
que enciende y apaga generando su característico ruidito.
En tu boca hay una partícula de tabaco y la escupes.
El hecho te ha dejado sabor amargo,
pero es tarde y hace frío.
Enciendes el auto y la música cubre el espacio entra la conciencia
y el lenguaje no verbal:
"Oh God said to Abraham kill me a son.
Abe said man you must be puttin me on.
God said no, Abe said what?
God say you can do what you wanna but
The next time you see me comin you better run
Well Abe said
where do you want this killin done
God said out on highway 61"
Capas de humo. Neblina sobre la carretera
Bajas la velocidad para no tener impresiciones.
Las 3 de la mañana siguen siendo tus 7 de la noche.
Empujas el encendedor y prendes el cigarro.
La ruta es conocida, pero a veces es interminable.
Tantas palabras que debiste decir,
pero ahora el modo ha cambiado.
Impulso fuerte de volver atrás, pero
pisas el acelerador con más fuerza.
Fuerte referencia onírica.
Rompes la calma y sólo hay un espacio
para explorar,
pero tienes miedo.
Oscuro y silencio.
jueves, 23 de abril de 2009
El eclipse de su piel
-¿Leyenda? ¿cuál?
- Bueno... no es leyenda, es una recomendación de siempre...
- Si, pero ¿cuál?
-A los eclipses no los debes mirar fijamente porque tus ojitos de chino mandarín se van a opacar...
-Ja. Mira... debo informarte que he visto el eclipse más extraordinario del mundo. En el día amaneció dos veces y Jacobo Zabludoski con sus eternos audífonos lo relataba con avidez y agudeza comuicativa. Te juro que me subì a la azotea con los lentes de soldador de Don Ramirito, y ¡Qué fregón se vio!
- Y eso qué....
-Eso, pues...que cualquier eclipse me hace lo que el viento a Juárez...
-Mmmmm no. No lo creo. Este eclipse que has visto y que piensas que yo no te lo he visto mirar requiere de mucha precaución. Debo decirte quién lo ha sentido y lo ha vivido se ha quedado sin palabras...
- El silencio siempre será una virtud.
-Sí, si eres un monje tibetano, pero tú más bien pareces como matachín de Pesqueira.
- Jajajaja. Si. Soy un Mexican Style... pero ¿a qué te refieres?
Ella cruza la pierna y se asoma en su muslo izquierdo un curioso lunar.
- Este es mi eclipse. Este es la única mancha que no he podido borrar y que has visto pensando que no me daría cuenta...
- Sí.. ya sé que no soy el primero que lo ha visto de esa forma, pero ¿qué quieres? Las cosas son así...
- De acuerdo
Ella se levanta y camina por una bebida.
Él la sigue con la mirada, mientras por la parte trasera de su pierna el eclipse se asoma en medio de la morenidad de su piel.
Esa sensación, un impulso animal, minimal, ancestral, lo llevará a descubrirse preso en lo mas visceral de sus emociones. Reirá y al momento de despedirse, sus labios rozarán la comisura derecha de su boca. Ambos se mirarán y todo se detendrá.
Mañana será otro día.
jueves, 16 de abril de 2009
Dziú, toh y el momochtli
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DEDICADO A MI HIJA ANA LUISA BADILLO MARQUEZ
Canciones o La magia del Facebook (21 años atrás)
El inicio...
- Lo sé y tú más que yo sabes que la ventaja más cercana es que todo va a ser nuevo a partir de ahora.
- Pero...
-A partir de este instante tienes dos minutos para tomar lo más escencial y salir de esta casa antes de que mi chofer te saque a punta de pistola...
Librado vio fuego en sus ojos y a la vez un trazo de hastío y tristeza, que no lo pensó dos veces, tomó una maleta y una caja de cartón y tomó de sus cosas lo más escencial de lo escencial. La medida fue demasiado radical y concluyente.
Al salir, al dejar atrás el quicio de la puerta, al sentir el golpe, al escuchar un llanto, al subir al auto, al avanzar por la calle estrecha, al encender el radio, al voltear la esquina, al pasar el tope, al llegar a la avenida, al sentir el calor de un día de agosto, supo que era el fin , pero era también el principio de emitir señales con más fuerza para no desaparecer, para no morir en ese instante al volante con todas las cosas y todo el cúmulo de colores funestos y cálidos. Manejó hasta darse cuenta que no había a dónde ir.
jueves, 26 de marzo de 2009
Referencia a un cuarto oscuro
Aunque los tiempos han cambiado demasiado, algunos fotógrafos prefieren la fotografía tradicional que a la digital. Sobre todo al uso y manejo del cuarto oscuro.
En el cuarto oscuro debe haber una ausencia de luz tal para que no se vea afectado el proceso de revelado de las placas fotográficas. Se debe trabajar a oscuras; y eso lleva a un conocimiento bárbaro del lugar, su lay out y una tremenda intuición para que el resultado sea preciso.
De alguna forma, estos días son de cuarto oscuro.
miércoles, 25 de marzo de 2009
Línea Recta
Cualquier control, por efectivo que parezca, siempre tiene una debilidad – pensaba Librado que, de alguna forma, el asunto no le parecía novedoso. Una y otra vez realizaba la misma prueba, revisando los movimientos en los papeles contables. La falla no era evidente y resultaba sencillo y poco notorio tomar aquellos fondos, abrir una cuenta bancaria con documentos falsos y disfrutar la tranquilidad que el trabajo nunca pudo otorgarle. Con cincuenta y pico de años en la espalda, sabía que su fin laboral estaba cerca después de más de dos décadas de analizar cuentas. Sabia, además, que ya era el tiempo adecuado: una vida completa dedicada a salvaguardar los activos de la empresa y todo para estar a punto de ser sustituido por alguien más joven (Sangre nueva,Librado. Sangre nueva). Lo había soñado una noche antes: ¿Sabes lo feliz que es la vida gastando unos verdes por el placer de hacerlo? ¿ Sabes lo que es dejar de ser gris?- Verónica preguntaba sentada al piano mientras tocaba el Allegro deciso del Concierto No. 2 de Franz Liszt. Fue una señal. No lo pensó dos veces. Aún no estaba convencido, pero considero el evento como profético
Jamás pudo olvidar la tarde soleada cuando restregó su renuncia en la cara de Jacinto Corcuera: ¡Vete a la mierda! ni el bloqueo del dolor en la espalda provocado por los puntapiés que el guardaespaldas en turno le aplicaba, ya en el exterior de la empresa.
-¡Te vas a arrepentir, pendejo!- gritaba.
- Todos nos hemos de morir algún día. ¡Pega más fuerte, pinche animal!
II.
Los primeros días fueron extraños. La rutina y la costumbre (el primer café amargo de la mañana, el cigarro en el baño, las piernas torneadas de la asistente de Jacinto) eran más fuertes que el descanso obligado. Después, ese letargo le parecía mágico, hasta enigmático. La fuerza de la hueva… lo decía y una sonrisa amarga se dibujaba en su cara. Un día, al levantarse temprano para el jogging, vio un papel pegado en el portón de su casa. “LO SABEMOS TODO, LIBRADO…TE VA A CARGAR LA CHINGADA”. Inmediatamente, observó la soledad de la calle y sintió miedo. Su primer impulso fue hacer maletas y escapar. Pidió un taxi, alistó los documentos y se dirigió al aeropuerto. Alguna vez pensó en huir cuando era joven, pero el sentimiento de pertenencia a su mundo confortable lo impidió. Esta vez sentía lo mismo y hacerlo era cuestión de vida o muerte, pero ¿A dónde escapar? El cono sur le pareció la mejor opción.
III.
La noche en Buenos Aires, la majestuosidad del Teatro Colón, Fallstaf de Verdi, la lluvia y el reflejo de las luces sobre la atmosfera enrarecida le pareció un juego divino. Eran pocos los días que había disfrutado y recordó a Verónica cuando le describía lo maravilloso de Constitución en el subte. Se sentía como pez en el agua. Era tarde cuando, avanzando su automóvil por la General Paz, tuvo una visión. Un presentimiento. Recién llego al departamento, dejó el abrigo y su eterno portafolio en el living y entró al baño. Sentado en la taza, pudo intuir lo que iba a pasar. Sonó el teléfono y no contestó. Se levantó, jaló la palanca, lavó sus manos y fue directo a la recámara. Del cajón sacó el revolver y regresó al living. Las cuatro de la mañana lo descubrieron con su vista puesta en la puerta. Entre el sueño y la vigilia escuchó el giro de la perilla. Levantó el arma y apuntó.
IV.
- ¡Te dije que te iba a cargar la chingada! Ni siquiera sabes a quién le robaste el dinero, imbécil- sentenciaba Jacinto.
- Si. Si lo sé, pero corrí el riesgo. Sí la pistola no se hubiera encasquillado, ten por seguro...
- ¡Cállate! Tienes que pagar el precio. Tienes que decidir cómo quieres que eso pase.
Un silencio. La sangre en la nariz le impedía respirar por completo. El sabor férreo en la boca y una gran decepción hizo que eligiera la manera de terminar con todo.
- Dispara…
Al momento que el tiro de gracia entraba en el medio de su frente, la última luz en sus ojos le recordó la noche que vio el resplandor de la luna llena reflejándose sobre el Mar del Plata, mientras tiraba al agua las cenizas de Verónica lentamente.
Y sonrío.
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Un refrito. Escribí esto para Desperdicio de Letras. Pronto volverá a la circulación.
Así como mi vida y mis ideas un poco oxidadas.
¿Se habrá inventado el lubricante de mentes??
Saludos mis lectores desaparecidos.
Revista Contenido. Febrero 2001
COPYRIGHT 2001 Editorial Contenido, S.A. de C.V.
Con todo y que derrocha simpatía, la veracruzana María Zamudio --una septuagenaria madre de 3 hijos, abuela de 7 nietos y bisabuela de 2 bisnietas-- no habla con cualquiera sobre los 9 años que trabajó como celadora en la penitenciaría de Lecumberri, al oriente del DF. En el llamado "palacio negro", donde hoy se guarda el Archivo General de la Nación, los cuidadores tenían peor fama que los presos. Por eso cuando a la mujer le preguntan sobre su pasado dice vagamente que entre 1965 y 1974 se ganó la vida como pudo. Sin embargo, venció sus reticencias y narró a Contenido algunas de sus experiencias de esos años. En 1963 mi esposo, que era oficial de la Armada, acababa de abandonarme dejándome a cargo de nuestros hijos. Ese año vine al DF a pasar Navidad con mis hermanos radicados aquí y ellos me convencieron de que no tenía caso volver a Veracruz. Primero viví en casa de una hermana pero después me independicé: con dinero que me prestaron mis parientes renté un cuarto en San Isidro, cerca de las Lomas de Chapultepec, y por varios meses me mantuve cosiendo ropa para unas señoras del rumbo.
COPYRIGHT 2001 Editorial Contenido, S.A. de C.V.
miércoles, 18 de marzo de 2009
Me quedo aquí, sentado.
aquella que sobrepasa el equilibrio de las cosas y más por el cansancio y el hastío
que por el ansia de andar a un lado del camino, tratando de encontrar el acotamiento de la ruta.
La pluma ya no tiñe las hojas blancas de manchas de tinta.
Se ha quedado vacía.
Se ha quedado fuera en un punto como el sol que tarda en amanecer.
Los añiles y la inevitable baja de temperatura te encuentra dándole vueltas
a lo que no tiene ni pies ni cabeza.
La resaca de lo que no has bebido y lo pastoso en tu boca.
El fuego ha hecho que te levantes de esta cama rentada y que observes una vez más
la circunferencia en el centro de la parte más alta de la habitación.
El insomnio llega.
Por un segundo no recuerdas en cuál ciudad estás.
Añoras el calor y la sensación de las mismas sábanas de tu cama, pero estás lejos.
En algún piso, alguna señal, trae a tus oidos esta canción:
"Nobody Home"I've got a little black book with my poems in I've got a bag with a toothbrush and a comb in When I'm a good dog they sometimes throw me a bone in I got elastic bands keeping my shoes on Got those swollen hand blues. Got thirteen channels of shit on the T.V. to choose from I've got electric light And I've got second sight I've got amazing powers of observation And that is how I know When I try to get through On the telephone to you There'll be nobody home I've got the obligatory Hendrix perm And I've got the inevitable pinhole burns All down the front of my favourite satin shirt I've got nicotine stains on my fingers I've got a silver spoon on a chain I've got a grand piano to prop up my mortal remains I've got wild staring eyes I've got a strong urge to fly But I've got nowhere to fly to Ooooh Babe when I pick up the phone There's still nobody home I've got a pair of Gohills boots And I've got fading roots.
La misma sensación...
Sequía de información.
Adios.
jueves, 5 de marzo de 2009
1:58 a.m.
Corrijo el primer capítulo. Voy lento, nadie espera este trabajo. De hecho, durante mi vida me he acostumbrado a entregar trabajos inmediatamente, atendiendo la prisa y la urgencia. Es raro. Perdí el encanto de pensar que mis escritos, mis canciones, mi banda, mi talento sea masificado. Hubo un momento que ese fue el aceite de mi motor. Ahora, la sensación es igual a la de un refresco que se le ha ido el gas por estar tanto tiempo encerrado.
Hay días en que no puedo hacer contacto con nada. Días que preferiría que pasaran rápido. Días en que prefiero quedarme callado y escuchar mi entrecortada respiración. Son días de asma e imprecisiones. Días que marcan el final del proceso y el inicio de otro. Días que se convierten en madrugadas en vela.
Hace rato escuché un disco de Pedro Infante y Javier Solís. Es el mismo que compré cuando hubo la primera ruptura de mi esquema de vida. ¿Dista mucho esa sensación de ésta? Es hora de salir del fuego y funcionar.
Negrita, te dejo esta canción.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Sólo dos cosas al respecto.
2. No lo vuelvo a hacer.
Dejo a Fito que hable por mi.
http://www.youtube.com/watch?v=9Cw0b1oeRyU
http://www.youtube.com/watch?v=T4MWcoaDNxE
Yo sé que pudiste conocerme mejor
no sé qué pensaste, fue una extraña decepción
no lo hagas, no lo hagas
cuando me cai me diste todo tu amor
cuando me solté no me tuviste compasión
no lo hagas, no lo hagas.
Esta es una triste canción
sigue dando vueltas el sol
si escuchas esto por ahi
quiero saber de vos
si escuchas esto por ahi...
Yo también dejé mis fotos en un cajón
todos somos presas del asombro y el terror
no lo hagas
baby baila, baby ven
deja el rencor
si no quieres o debes, sólo dimelo
no lo hagas, no lo hagas.
Este es mi jardin, donde vuelan los mares
este es mi jardin, estate aqui no hay dos iguales
entra a mi jardin, cuando entras no sales
entra a mi jardin, esa nena no es un angel
entonces vas a ver...
Este es mi jardin, toma un baño de sales
este es mi jardin, ella es Bibi, él es Pier Paolo
entra a mi jardin, nadie tiene la llave
entra a mi jardin, las parejas son impares
entonces vas y vas a ver.
Esta es una triste canción
sigue dando vueltas el sol
si escuchas esto por ahi
quiero saber de vos
si escuchas esto por ahi.
Algo se detuvo en punto muerto y fue tan grande ese silencio, fue tan grande el desamor restos de un navío que encallaba yo te quise, yo te amaba no se bien lo qué pasó
Cuando los jazmines no perfuman cuando sólo vemos bruma cuando el cuento terminó
Todo nos parece intranscendente no es cuestión de edad o de suerte de esto se trata el amor
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad a toda velocidad ....Veo tus pupilas descubrieno un Chagal en el invierno, creo del ´83 yo estoy a tu lado revolviendo, ordenando libros viejos que leí pero olvidé
Besos de tu madre en el teléfono y la lluvia es un espejo que me ayuda a verte bien oigo tu sonrisa que ilumina el estudio y la cocina entre las copas y el café
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad a toda velocidad ...
Sabe amargo el licor, de las cosas queridas se acabó lo mejor, quién nos quita esta herida tu me pierdes a mí yo te doy por perdida es la hora de huir, la despedida, la despedida ...
Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad a toda velocidad ...
Bendito Fito. No hay más que decir
jueves, 26 de febrero de 2009
Último
-Deja todo y ven. En estos momentos todo puede pasar y le haces falta. Apúrate. Puede que alcances…
-Sí, no te preocupes. Vuelo en cuando pueda.
Entre papeles y el sueño, antes de las siete, sonó el teléfono.
-Librado. Es inútil. Acaban de desconectar los aparatos. No hay remedio…
-¿Está consciente?
-Pidió hablar contigo.
-Acerca la bocina...
Un silencio. Una respiración cortada.
-Quisiera abrir lentamente mis venas, mi sangre toda verterla a tus pies… Sombras nada más, entre tu vida y mi vida…- canté
- Librado, todo fue posible. Me hiciste falta.
-Tú también a mí. Ayer me acordé de muchas cosas…
-Yo también. Te soñé…
-No he podido encontrar boleto para viajar. La Navidad…
- Yo lo sé. Yo lo sé… tengo que decirte algo…
-No hables… escúchame…
-Sé feliz, Librado. Nada es tan importante como ser feliz…
-Lo sé; claro que lo sé…
-Leí lo que publicaste en El Peregrino. Muy triste… demasiado.
- La tristeza es un sentimiento eterno, la felicidad sólo llena los huecos.
- El círculo no es cuadrado… hace rato me desperté y estaba soñando que te decía esto: encuentra al pez, no te pierdas en colocar el cebo…
Un silencio. Una exhalación.
En la bocina se escuchó el llanto de Berenice y el golpe del teléfono en el suelo. En la ventana se veía la nieve que caía de pronto y cerré los ojos.
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Queridos tres lectores menos uno:
Este es mi último relato en Metatextos. El ejercicio Momentos Finales.
Cuando lo escribí tenía en mi mente a Carl Sagan... no sé por qué...
In memoriam de Maclovia, mi abuela.
Bendiciones.
martes, 17 de febrero de 2009
Invitación
La tarea fue algo sin pies ni cabeza.
De mis manos salió ésto.
Saludos
viernes, 13 de febrero de 2009
Locura Instantánea.
Era el tiempo de descubrir. Lo obscuro de la habitación era iluminado por los flashazos y el sonido característico de la Polaroid: el regalo perfecto.
- ¡No la chingues, Humberto! ¡Ando enseñando hasta las anginas!- Cecilia, lentamente, se incorporaba en la cama revuelta.
- Así es, corazón, pero sólo te he tomado con la sábana puesta.
- Ni creas que me vas a tomar una foto encuerada, Humberto. Imagínate sí la llega a ver alguien en tu casa… No se te vaya a ocurrir pegarlas en tu pared.
- ¡Bruja! Me adivinaste el pensamiento…
- ¡No seas pendejo! ¡Dame esa cámara!
- Ceci, considera esto como el inicio de nuestro archivo personal. Claro que no las voy a poner a la vista de todos. Estas se quedan bien adentro… del cajón.
- A ver… a ver, en ese caso deja te tomo una…
- ¡Tómame esta! – gritaba Humberto, mientras se abalanzaba hacia Cecilia.
II
Todo el mundo comentó el eclipse y lo raro de vivir dos amaneceres en un mismo día. Humberto no dejó pasar la oportunidad: tomó las imágenes más extrañas, utilizando la cámara práctica Durante el punto máximo del evento, contempló la inmensidad cuando volteó al cielo, desafiando las recomendaciones públicas. Observó un color diferente en el aro de luz que tapaba al sol e hizo los disparos.
- ¡Estás cabrón!- gritaba Cecilia.
III
Era aún temprano cuando el locutor daba las noticias de un levantamiento armado al sur del país. Humberto, más dormido que despierto tomaba la Polaroid y sacaba la última foto de Cecilia. Un día después, partió sin decir nada. La silueta a contraluz y de fondo la persiana de la ventana que daba a la calle Saltillo, de la Condesa y de repente Fito cantando: La veo cruzar cruzando un bosque; la veo alejándose de mí…
IV
El largo álbum de fotos marcaba una larga tendencia a la locura ordinaria que cambió, se transformó y se hizo más cruda después de 17 años cuando ya el modelo 95 se había descontinuado y el mundo ya era digital.
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Metatextos. Publicado a destiempo. Inspirado en una canción de Fito Páez.
Dos tres. Dos tres.
Muchas gracias.
miércoles, 11 de febrero de 2009
Veinte minutos
Hubo una vez, que en veinte minutos el resto de lo que fue mi vida se decidió. Pasado, ya.
No hace mucho, hubo veinte minutos donde unos ojos se encontraron en la misma dirección y que sin quererlo esos veinte minutos hicieron que la noche se convirtiera en intensidad, que las madrugadas se convirtieran en los testigos de la huida, que los días fueran nada más en pasos y que las cosas dejaran de ser las mismas.
Veinte minutos que se han convertido en horas, días y meses de sensaciones y pensamientos. Veinta minutos que han roto el esquema.
Veinte minutos, en promedio, para escribir lo que siento.
martes, 10 de febrero de 2009
... y todo lo demás constante.
domingo, 8 de febrero de 2009
La feria de las convicciones
Tenía quince y tenía la fuerte convicción del rock and roll. Hace unas horas platicaba sobre lo diferente que fue mi adolescencia a la del promedio. Una adolescencia con adelantos y profundidades, de libros y de instrumentos musicales. De sueños con notas y de canciones una tras otra. En mi cumpleaños dieciséis prometí una casa en Cuernavaca a mi madre, la que sería ganada con la Fender Stratocaster que me regaló. Tenía la fuerza y la voluntad para eso y más.
A principios de este siglo, mi convicción fue participar en proyectos comunitarios. Estaba covencido que las coberturas, el engranaje social a través de la unión de la sociedad civil cambiaría el pequeño universo de nuestros grandes problemas. Logré grandes cosas que aún permanecen en la ciudad. Es una sensación extraña el haber sido originador anónimo de estos cambios.
He estado convencido de tantas cosas. Puedo hacer una feria con ellas:
1.- Amor es lo que acaba, origina y transforma este mundo.
2.- El azúcar no debe ser sustituida por la sacarina, pero el corazón no lo permite
3.- La nota más enigmática es el ré sostenido.
4.- Tienes que vivirlo para escribirlo, pero debes detenerte a tiempo
5.- El Mustang es el mejor automóvil que uno puede tener
6.- El sexo en la playa no es como en la tele, ni el cine
7.- Cuando termine tu vida, un perro te ayudará a cruzar por el camino final
8.- Un día el amor que tuve no fue suficiente. Es por eso que ya no lo desgasto en pequeñas esferas
9.- Sólamente tres veces estuve convencido de cambiar el rumbo de las cosas y fallé en dos.
10.- Si ellas estuvieran aquí a mi lado, el silencio me dificultaría el explicar el por qué de las cosas
11.- Vinicio Castilla el mejor beisbolista de México
12.- Stockhausen puede definir la sensación cuando reviso el pasado de mi vida
15.- Ahorrar dinero es la fuerza
16.- Moverse siempre es mejor que quedarse quieto
17.- La violencia nos hace cumplir el reto de quedarse inmóvil
18.- Moriré a los cuarenta. El sueño lo reveló...
19.- Las palabras, el sonido, lo más alto en la escala de mi alma
20.- Un no a tiempo pudo cambiar el rumbo
Ahora, estoy convencido de que nada conviene si no estás comprometido.
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El tema de esta semana: Libre Albedrío.
Saludos
miércoles, 4 de febrero de 2009
Simultáneo.
viernes, 30 de enero de 2009
Paso del Norte
Noticias desde el centro.
Eso sucede con Nena y Pato, mi hermana y mi sobrino. El día que nació Pato, estaba cerrando un negocio importante para la empresa para la que trabajaba en ese entoces y el primer impulso que tuve fue el de tomar el primer avión a Ciudad de México para estar con ellos. En aquel entonces mis finanzas me lo dejaban hacer. Al momento de solicitar el permiso necesario, mi jefe en turno me comentó que era menester el que prosiguiera con las negociaciones y que este menoscabo lo iba a reparar con un bono extra que nunca llegó. Así que viene a conocer a Pato en la semana mayor del año siguiente. La experiencia fue grata e inolvidable. Recuerdo a Nena dándole pecho al Pato y él nos veía riéndose y coqueteando con la mujer que llevaba en aquella ocasión. Este salió bueno pa las viejas, como su tío, dije orgulloso recibiendo como respuesta un silencio sepulcral.
La última vez que estuvimos juntos nos la pasamos bien. Es un niño con pelo a la Bob Patiño que canta, hace air guitar y tiene mucho sentido musical. Después de ese viaje yo soy, para él, Cocó que es su forma particular de decirme Gordo.
Hace unos minutos, mientras que el agua estaba bañando mi (cada vez) más escasa cabellera llamó Nena a la casa. Anunciaba su llegada a tierras juarenses a mediados del mes próximo. Viene con Pato. Mi cuñao se queda en la chamba. Casi me cae champú a los ojos cuando anuncia que está embarazada nuevamente.
Nena, esto es para ti. Sabes que te amo profundamente y que pediré mucho a Dios por tí y por el bebé que viene en camino.
Seré nuevamente, El Tío Badillín.
Dejo un video que hice con Pato.